Estos trabajadores ambulantes fueron sorprendidos positivamente.
Un grupo de ciudadanos se reunieron a través de redes sociales para poder hacer la buena acción de comprarle toda su mercancía Francisco, de 78 años, y dar buena propina por su música a Reynaldo de 84 años de edad, quienes día con día salen a las calles del Centro de Monclova para ganarse la vida. Estos trabajadores ambulantes fueron sorprendidos positivamente.
La iniciativa que alegra el día a más de uno
Michelle Chairez, quien fue la iniciadora de este proyecto en la ciudad de Monclova, expuso que la idea de crear un grupo de personas que hagan buenas acciones surgió gracias a las redes sociales “vi un grupo de Piedras Negras en Fecebook que hacían este tipo de acciones, después vi otro de Obregón y luego uno de Monterrey, al ver el benéfico que se lograban con el movimiento me animé a crear el club de Los Mitoteros aquí en la localidad”.
A través de su perfil personal, Michelle, lanzó la iniciativa, al ver la buena respuesta, creó un grupo de WhatsApp para organizar la que sería su primera actividad altruista, resultando todo un éxito y logrando el objetivo.
Logros positivos
Francisco de 78 años, un vendedor de empanadas e higos, expuso: “Me siento feliz, ya me hicieron el día, hoy me voy temprano a casa. Espero que haya más personas dispuestas a hacer este tipo de acciones, que Dios los bendiga por regalar alegría a quienes lo necesitan”.
Impulso
Michelle aclaró que este es solo el inicio de un gran movimiento, que, para ser la primera vez en Monclova, se logró un gran resultado y puede llegar a tener un impacto aún más grande en la ciudad. “Qué bueno que con las redes sociales también se puedan lograr cosas positivas, en esta ocasión le compramos su mercancía a un vendedor y dimos propina a un músico, siempre los vemos trabajando hasta el cansancio”.
Agradecimiento
Reynaldo, un saxofonista de 84 años, fue uno de los beneficiados: “Se me hace un nudo en la garganta al ver a toda esta gente apoyándome, nunca me había pasado algo así, estoy feliz de que aún haya gente dispuesta a apoyar al prójimo, yo no tengo jubilación y ya no tengo edad para un empleo, por eso trabajo tocando mi música en las calles. Puedo considerar este como uno de los mejores días de mi vida”.
