Se han observado áreas donde el ganado enfrenta dificultades por la falta de agua en los abrevaderos o el crecimiento insuficiente del pasto.
Natividad Navarro, líder estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC), señaló que aunque aún no se han registrado impactos significativos en el campo debido a la sequía, existe la preocupación de que si persiste, afectará especialmente a los productores de agostadero.
Se han observado áreas donde el ganado enfrenta dificultades por la falta de agua en los abrevaderos o el crecimiento insuficiente del pasto. Sin embargo, en la región de La Laguna, conocida por ser la principal cuenca lechera del país, la situación es diferente gracias al ciclo de riego regulado que se beneficia del agua de las presas.
"Contamos con agua para regar según lo programado, lo que beneficia a los cultivos como maíz, algodón, hortalizas y nogales", explicó Navarro.
Actualmente, en La Laguna, los cultivos se encuentran en desarrollo y acaban de completar el primer riego de auxilio. Los productores locales consideran que están cubiertos gracias al ciclo de riego programado, que ha funcionado de manera casi normal.
Navarro enfatizó que el suministro de agua de las presas ha sido eficaz para los cultivos en La Laguna, donde no se practica el riego temporal. No se han reportado muertes de animales en la región, ya que los criadores cuentan con sus propias norias para regar los cultivos y cuidar a los animales.
Aunque la sequía ha generado estrés en los animales debido al calor, el impacto en la producción ha sido mínimo y no se considera significativo. Sin embargo, Navarro señaló que si la región dependiera de un sistema de agostadero, donde se practica la ganadería extensiva, los efectos de la sequía serían más pronunciados.
