El sistema de ductos de Pemex en Nuevo León está siendo objeto de una toma clandestina (huachicol) cada 16 horas para robarle combustibles.
Además de su impacto ambiental con la Refinería de Cadereyta, el sistema de ductos de Pemex en Nuevo León está siendo objeto de una toma clandestina (huachicol) cada 16 horas para robarle combustibles.
Un análisis de la consultora Monitor Energético con datos obtenidos a través de Transparencia arrojó que durante el 2023 Pemex detectó en el estado 532 de esas tomas, un incremento del 42 por ciento respecto al 2022 y la cifra más alta registrada para un año entero a pesar de la política implementada por el Gobierno federal para combatir ese ilícito.
Después de haber desacelerado entre 2018 y 2019, el delito cobró fuerza a partir de 2022, coincidentemente con el inicio del actual sexenio del Gobernador Samuel García, con 374 tomas ilegales detectadas en ese año, 66.2 por ciento más que en el año previo.
A nivel nacional, Nuevo León ocupó el octavo sitio entre las entidades con la mayor cantidad de delitos en 2023, los que en todo el País se aceleraron hasta sumar 14 mil 890, un incremento anual de 6.76 por ciento, y a sólo 20 sucesos detectados de romper la mayor cifra de todos los tiempos registrada en 2018, cuando llegó a 14 mil 910 actos clandestinos identificados.
El robo podría ser mayor, pero las cifras refieren sólo a los que la empresa estatal detectó.
