Originario de Monclova e hijo de un obrero de Ahmsa se despide de la comunidad tras haber servido por 19 años como párroco en la Santiago Apóstol.
El sacerdote Jesús Eduardo Neri Farías quien recibió recientemente la encomienda de ser el nuevo párroco en Parroquia Nuestra Señora de Fátima, Saltillo dejando atrás a la Santiago Apóstol de Monclova aseguró que, nunca imaginó volver a la iglesia que en su niñez ocasionalmente visitó” jamás en la vida me imaginé que sería párroco en esa parroquia” enfatizó.
“Mi mamá tenía una hermana en Saltillo que vive a unas 4 calles de la parroquia a donde ahora voy y cuando era niño nos íbamos los domingos de visita y acompañábamos a mi tía a la misa yo conocí al padre de ahí, siendo seminarista también iba en las vacaciones nunca por mi mente pasó que después yo sería un párroco y en esa iglesia” explicó con emoción. Neri es muy conocido en la comunidad debido a los 19 años de sacerdocio que entregó como párroco en la parroquia Santiago Apóstol de Monclova madre de todas las parroquias en la Región Centro, pero…
¿Quién es Eduardo Neri? Originario de Monclova e hijo de un obrero en Altos Hornos de México, Eduardo Neri creció en la colonia Obrera como un niño feliz que asistía acompañado por su familia a la iglesia San José Obrero en donde conoció por primera vez a Dios y la labor que un sacerdote tiene “fue mi parroquia de origen y ahí conocí al padre José Luis Dávila un hombre de mucho apostolado, cercanía con la gente, influencia y ganas de servir, eso fue lo que me empezó a llamar la atención”. En cuanto comenzó a crecer y terminó la preparatoria no sabía aún cuál era su pasión por lo que decidió estudiar filosofía y letras en el área de pedagogía en la Universidad Autónoma de Nuevo León, sin embargo, al poco tiempo se convenció en que su vocación era el sacerdocio por lo que interrumpió sus estudios e ingresó en el seminario de Saltillo en donde al poco tiempo abordó importantes tareas y atravesó sus estudios en Guadalajara para concluir con una licenciatura en teología bíblica en la Universidad Pontificia de México.
Travesía. El 12 de agosto del año 1996 fue ordenado como sacerdote por el obispo Francisco Villalobos, sus primeros años de servicio fueron en la parroquia del Buen Suceso, Castaños, “Cuando mi papá era joven platicaba que no conseguía trabajo y un día le hablan de Altos Hornos que se presentara porque un obrero se había salido para irse al seminario, años después nos enteramos que había sido el padre Chilo (Isidro Luna Morán) con quien yo tuve mi primer servicio como padre en la parroquia del Buen Suceso” expresó Neri. Al parecer la vocación de Eduardo Neri ya estaba escrita desde antes de su nacimiento. Al paso de los años lo transfirieron a la parroquia San José Obrero aquel lugar en donde había conocido a Dios, también estuvo de servicio en la parroquia San Patricio de Saltillo y encargado en el seminario, posteriormente regresó como párroco en la Santiago Apóstol la iglesia más grande de su natal Monclova y es donde ha permanecido los últimos 19 años aunque no por mucho tiempo, pues con el cambió anunciado por el obispo actual Hilario González ha comenzado a despedirse de los feligreses y prepararse para su nueva encomienda.
Anécdotas. Llegar a la Santiago Apóstol fue una tremenda sorpresa, no podía creer que el sería el sustituto del padre Almaraz, sacerdote muy querido y reconocido en aquella época. Al llegar no todo fue color de rosa, “en los primeros días llega un feligrés y traía un escrito donde vecinos pedían que atendieran unas anomalías en el templo o si un accidente pasaba hacían responsable al gobernador, el obispo y a mi” señaló. Fue motivo para que el templo se cerrara 7 años mientras el Instituto Nacional de Historia y Antropología tomaban cartas en el asunto “fueron años muy difíciles la gente se acordará que teníamos que oficiar la misa afuera, en la plaza, el patio o en los caballeros de colón” agregó. Al repararse las inconsistencias por fin regresó la rutina habitual en donde el templo era el centro de reunión más importante, muchos años más tarde se llegó la pandemia otra vez tuvieron que cerrar esta vez tampoco tenían suficientes recursos para seguir pagando los servicios, impuestos o salarios así que recortaron personal y gastos.
A los retos se le suma que no había suficientes capillas en la zona debido a la cantidad numerable de personas que visitaban el templo, eso lo motivó a ser la pauta para que se crearan dos capillas más hoy en día la San Judas Tadeo y la San Pablo Apóstol, también se le suma un comedor público.
Caridad. “Siempre he sido de la idea que todos aportemos un poquito y así es como se construyen las obras de Dios, de quien más he recibido es de la gente del pueblo de la más sencilla a ellos les debemos todo esto” compartió. El sacerdote dejó muy en claro que es en la comunidad monclovense en donde conoció el tamaño de empatía y bondad que las personas pueden tener, en cada situación difícil le hacían sentir que no estaba solo y juntos sacarían adelante la casa de Dios.
“Me dicen que me van a extrañar, lo único que quiero es quedarme en su corazón para que sigan orando por mí por mi conversión permanente y que haga bien las cosas en el nombre del señor por eso quiero decirles que, si tuvieron una experiencia negativa conmigo o con mi carácter les pido disculpas, los necesito para orar, por ustedes somos lo que somos” expresó.
Mensaje. “Como decía Santa Teresita donde te siembren hay que florecer donde estés hay que dejar huella hacer que des fruto y si un día hay que volver, Dios lo dispondrá”. Eduardo Neri tomará su nuevo cargo probablemente a principios del siguiente mes, pero no sin antes despedirse con un fuerte abrazo, cariño y agradecimiento para los monclovenses que más de una década fueron parte de su vida.
En su viaje agregó que, no olvidará la imagen de la virgen de Fátima que le fue obsequiada en su ordenación y que ha sido su acompañante durante sus años de servicio, casualmente servirá en la parroquia de la madre a la que más devoción ha tenido.
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