La selección de Uruguay rompió su mala racha en las Eliminatorias tras un sufrido triunfo 3-2 sobre Colombia en la jornada 11, jugado en el Estadio Centenario de Montevideo. Aunque no desplegaron un fútbol brillante, los uruguayos apelaron a su tradicional “garra” y lograron tres puntos cruciales en los últimos minutos, con un gol de Manuel Ugarte en el tiempo añadido (90+11).
El equipo de Marcelo Bielsa llegaba a este encuentro sin victorias y sin marcar goles en los últimos cuatro partidos de las clasificatorias, tras empates sin goles contra Paraguay, Venezuela y Ecuador, y una derrota ante Perú.
Tras el partido, Bielsa valoró positivamente el resultado, destacando que, más allá de la forma, era esencial sumar tres puntos, no solo por el impulso anímico, sino también para acercarse a la clasificación para el Mundial de 2026, que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá.
Sin embargo, la victoria de Uruguay se vio empañada por un incidente ocurrido en los últimos minutos del partido. Después del gol agónico de Ugarte, varios miembros del equipo uruguayo arrojaron tres balones al campo para retrasar el reinicio del juego, una acción que va en contra de las normas de la FIFA sobre juego limpio. De acuerdo con el artículo 13 del código de disciplina de la FIFA, que promueve la lealtad e integridad en el fútbol, Uruguay podría enfrentar una sanción económica de 5.000 francos suizos si la FIFA decide imponer una multa por este comportamiento.