Genaro fue trasladado a un hospital local para recibir atención médica.
Los familiares, entre sollozos y el desconcierto, narraron a las autoridades que esta no era la primera vez que Genaro había intentado acabar con su vida.
Una vez más, la desesperación intentó ganar la batalla en la vida de Genaro "N", un joven de tan solo 19 años que, después de haber salido de un anexo hace pocos días, cayó en una profunda crisis de ansiedad que lo llevó a intentar quitarse la vida. En un acto desesperado, el muchacho se cortó las venas con un rastrillo.
Eran cerca de las 20:40 horas del lunes cuando, en una vivienda ubicada en la esquina de las calles Allende y San Lorenzo, en la colonia Oscar Flores Tapia, un escenario de terror se dibujó ante los ojos de sus familiares. Al descubrir a Genaro bañado en sangre, actuaron rápidamente y solicitaron la intervención de las autoridades y socorristas de la Cruz Roja, quienes llegaron junto con policías municipales para atender la emergencia.
Los familiares, entre sollozos y el desconcierto, narraron a las autoridades que esta no era la primera vez que Genaro había intentado acabar con su vida; el joven, quien había salido recientemente del anexo, había tenido múltiples intentos previos. Sin embargo, en esta ocasión, la rápida intervención de los presentes logró salvarlo de lo que parecía un destino trágico.
Genaro fue trasladado a un hospital para recibir atención médica. Por ahora, su vida sigue pendiendo de un hilo, pero esta vez el joven tiene una nueva oportunidad de enfrentar sus demonios y buscar la ayuda necesaria para sanar. Las autoridades han insistido en la importancia de brindar apoyo psicológico y emocional tanto a él como a su familia, con la esperanza de que encuentre la luz al final del túnel.
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