Jorge Berlanga: el niño que Tuzos rechazó 2 veces y ahora es su defensa central titular

Llegó a los 12 años al club hidalguense; debutó en 2023 y suma 21 juegos en Primera División.

Dos veces le dijeron que no en las fuerzas básicas del Club Pachuca cuando se fue a probar con nueve y 10 años. No desistió y viajó una tercera ocasión de Torreón a la Bella Airosa ya con 12 años para buscar un lugar.

La tercera fue la vencida para Jorge Berlanga, quien casi una década después ya es parte del primer equipo, jugando 21 partidos de Liga MX desde su debut en julio del 2023 y peleando su lugar con jugadores experimentados como Gustavo Cabral. Originario de la Comarca Lagunera, Jorge Ernesto Berlanga platicó con mediotiempo de sus orígenes, los pasos que su papá quería que siguiera y de los esfuerzos que tuvo que hacer para salir de su casa a los 11 años e intentar convertirse en futbolista profesional.

“De mi familia siempre hubo apoyo y hasta ahora lo tengo. Luego hablo con mi papá y me dice ‘ya vente para acá, ayúdame a trabajar’, entre broma, pero mi papá desde niño quería que yo hiciera lo que él hacía.

Él maneja trailers, me fue llevando, llevando pero me le salí y me gustó mucho el futbol”, comentó. “De niño empiezas en la calle, en la escuela, así empecé yo. Desde chico sabía que quería jugar futbol, siempre tuve esa idea. Me tocó entrar a una escuela de Pachuca en Torreón. Entré como a los nueve años, entrené, me quedaba cerca de mi casa y también por eso iba. Hicieron visorias y me tocó venir, pero me quedé la primera vez. Vine al año siguiente y no me volví a quedar”.

Tuzos y convocatoria a Selección Mexicana Sub-23 Jorge cambió la escuelita de los Tuzos a cinco minutos de su casa por un internado que le quedaba a una hora de Torreón. Y fue en ese lugar donde logró llenarle el ojo a los visores de Pachuca, para que lo aceptaran en el 2016 y que formara parte del equipo Sub-13. Desde entonces, Berlanga ha pasado por todas las divisiones del cuadro hidalguense. Sus buenas actuaciones provocaron que en Selección Nacional lo voltearan a ver y formó parte este año del equipo Sub-23 en seis juegos amistosos.

“A los 11 entré a un internado de futbol y otra vez de parte de ese internado vine a hacer una prueba a los 12 años y me quedé. La tercera fue la vencida para mí. Llegué a Pachuca más acoplado, acostumbrado a estar lejos de mis papás. Estaba bien chiquito, pero me fui acostumbrando y los compañeros pasan por lo mismo y tratan de arroparte”, agregó.

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