Saltillo, Coahuila, MÁS. – A un año y medio de asumir la secretaría general de la Sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Isela Licerio Luévano rompe el silencio y habla para MÁS sobre el deplorable estado en que encontró a la agrupación, así como de la actual purga en la Secretaría de Educación estatal.
Le fue inevitable referirse a Carlos Moreira Valdés como el principal causante de la ruina seccional y del paupérrimo nivel académico que presenta el sector educativo estatal, derivado de la llegada a esa dependencia de personal sin el perfil requerido, pero perteneciente a la camarilla de incondicionales del otrora líder sindical.
En lo que constituye la primera entrevista que la representante concede en exclusiva a un medio de comunicación, y después de varios días que le tomó asegurarse de que el reportero de MÁS no fuera un emisario de sus adversarios, surgidos a raíz de su triunfo en las pasadas elecciones sindicales, a saber, la principal razón por la que no había declarado para ningún medio en particular, Licerio Luévano se refirió al descomunal esfuerzo que le ha implicado el rescate de la sección 38.
Con un tono cordial en sus expresiones, mismo que mantuvo durante todo el encuentro, aparentemente tranquila e intentando poner en orden sus ideas, la dirigente respondió de manera fluida y profusa a las interrogantes que se le plantearon, haciendo en su momento las aclaraciones y precisiones pertinentes.
Enseguida, se lanzó al ruedo: “Yo quiero comentarle que, cuando nosotros llegamos a la sección, encontramos destruida la parte institucional, principalmente; nuestra institución estaba abatida, en un gran abandono.”
Luego de esto, presentó una radiografía del estado que hoy presenta la institución, luego de que esta fue objeto de un despiadado “saqueo” durante más de 18 años, en los que ha pasado toda suerte de corruptelas: desvíos de recursos, inclusión de una pléyade de aviadores en la nómina, desfalcos, lujos a costa del dinero de los maestros, gastos superfluos… todo, en medio de una total impunidad.
Desde luego, la tragedia financiera de la sección 38 no se debió a que haya faltado profesionalismo en el manejo administrativo. Simple y llanamente, su crisis fue causada “por malos manejos”, cuyas consecuencias todavía se están pagando.
El modus vivendi de sus exdirigentes, desde Carlos Moreira, quien tuvo su “auge” en el sexenio de su hermano, el gobernador Rubén Moreira, trastornó también el desempeño de la Secretaría de Educación de Coahuila, donde, en efecto, el exdirigente colocó a un sinfín de incondicionales suyos, a pesar de que no tenían los perfiles de rigor para ocupar sus respectivos cargos, de ahí que ahora la nómina magisterial sea objeto de una profunda depuración.
Eso “tenía que ocurrir”, dijo la entrevistada, antes de comentar: “Nosotros hemos tenido algunas oportunidades de platicar con el gobernador y vemos que está enfocado en lo que es la educación, ahora sí.”
“Él aspira a tener un Coahuila educado, a engrandecer nuevamente al estado, porque Coahuila fue vanguardia en educación. De hecho, siempre ocupábamos los primeros lugares en los exámenes internacionales, y ahorita andamos pésimamente mal, porque se permitieron esas situaciones”.
Para Isela Licerio, quien también ha sido víctima de los atropellos del pasado, de los cuales, dice, todavía no se recupera, “es muy necesaria esa depuración”, lo mismo que “permitir que vengan nuevos cuadros de gente preparada”.
La dirigente asegura que, de acuerdo a lo programado, este mismo año la sección 38 encontrará el equilibrio en todas sus áreas. Para entonces, la Secretaría de Educación estará también trabajando con los cuadros adecuados.
No ha sido necesario allegarse financiamiento externo, sino que con los propios recursos del sindicato se ha podido salir adelante: La clave: manejar los dineros con honradez, eficiencia y tratando de recuperar los fondos desviados.
“¿Y qué hay de Carlos Moreira Valdés, visto por décadas como ´el poder detrás del trono´?”, se le insistió, y, en respuesta, que será compartida completa en la siguiente parte de la entrevista, la maestra comentó que la etapa del polémico personaje “ya es historia”, sí “es parte de la historia, y allá se queda.”