Estiman que realizan hasta mil llamadas diarias, obteniendo ganancias de hasta seis mil pesos en un buen día
Saltillo, Coahuila, MÁS. – Para los delincuentes que roban cuentas de WhatsApp, la cantidad de atracos que logran no es lo único importante, también les importa que sean peces gordos… y lo han conseguido.
MÁS logró entablar en diferentes momentos dos entrevistas con delincuentes que, fortuitamente, llamaron al celular de quien esto escribe. Ambos accedieron sin recelo, incluso, con un aire de confianza y cinismo en sus voces, aunque uno pidió un pago por hablar, trato que fue rechazado, pero, aun así, ofreció información.
De ambas conversaciones, MÁS pudo saber que se trata de una red de delincuentes que operan desde la cárcel. A partir de las claves Lada de los números desde donde se hacen las llamadas, se puede saber que podrían ser cárceles ubicadas en la Ciudad de México, en Guadalajara y en Tepic, entre otros. Uno de los delincuentes dijo que en la red opera desde la capital.
La estafa que practican, dijo el primer delincuente entrevistado, ha permitido apoderarse de cuentas de personas poderosas como políticos y empresarios. Esto mismo fue acreditado por el segundo. Ninguno ofreció detalles de los nombres de sus víctimas. Y aunque el primero destacó el hecho de haber estafado a personas importantes, no comentó si ello deriva en acciones especiales para intentar obtener dinero de sus contactos.
Lo usual es que tras apoderarse de una cuenta de WhatsApp, lo que incluye todos sus contactos, los delincuentes les piden dinero usando diversos argumentos.
Sólo como botones de muestra, la semana pasada el alcalde de Saltillo, José María Fraustro Siller reconoció haber sido víctima de hackeo y alertó en su cuenta social de X de hacer caso omiso de los mensajes de su WhatsApp con terminación 1861. Caso similar fue el del rector de la Universidad Autónoma de Coahuila, Octavio Pimentel. La institución publicó en su cuenta de Facebook del hackeo, lanzando la misma alerta de hacer caso omiso a mensajes enviados desde su WhatsApp con terminación 2357. MÁS tuvo conocimiento de que también el director de la Cámara de Comercio de Saltillo, César Valdés Ramos, ha sido víctima del robo de su cuenta de WhatsApp. Ninguno de ellos reveló el mecanismo mediante el cual perdieron sus cuentas. Hasta ahora tampoco han informado si presentaron denuncias ante las autoridades.
En la segunda entrevista, el delincuente reconoció que la red en la que colabora podría realizar diariamente unas mil llamadas telefónicas para estafar, pero no citó en cuántas logran tener éxito. Dijo que las ganancias por este “trabajo” son de mil pesos y hasta seis mil en un buen día. Es de suponer que el porcentaje de éxito podría ser elevado, ya que esta misma treta se ha repetido una y otra vez desde hace meses, bajo la presunción de que, si funciona, se repite indefinidamente.
En la experiencia del entrevistado, son personas mayores de 50 años las que usualmente caer en la estafa.
Ambos entrevistados encontraron justificación en esta actividad ilícita por dos razones: Devuelven la hostilidad recibida por la sociedad y en la cárcel no tienen otra manera de obtener estos ingresos en la cárcel y los necesitan.
- Alcalde de Saltillo, José María Fraustro Siller, alertó sobre el hackeo de su cuenta con terminación 1861.
- Rector de la Universidad Autónoma de Coahuila, Octavio Pimentel, también fue víctima, con su cuenta terminada en 2357.
- Director de la Cámara de Comercio de Saltillo, César Valdés Ramos, se suma a la lista de afectados por el robo de su cuenta de WhatsApp.