Dichas vialidades serán reabiertas desde las primeras horas del miércoles, 7 de agosto, una vez que se retiren los puestos
Con la realización de la tradicional verbena popular, concluyen las festividades en honor al Santo Cristo de la Capilla, cuya imagen será llevada de regreso a su capilla este miércoles 7 de agosto.
Saltillo, Coahuila, MÁS. – Tal como se tenía previsto, una vez concluido el novenario anual, los saltillenses abarrotaron las calles aledañas a la Catedral de Santiago, atraídos por la fe al Santo Cristo y los puestos que se instalaron puestos de artesanías, souvenirs, dulces y antojitos mexicanos.
En la madrugada del lunes los feligreses entonaron “Las Mañanitas” al Santo Cristo, cuyo descenso y traslado se verificó el sábado 27 de julio, fecha en que dieron inicio las festividades, las cuales incluyeron peregrinaciones, presentación de matachines, de grupos musicales y actos litúrgicos diarios.
Por disposición del Ayuntamiento, en esta ocasión quedó prohibida la instalación de puestos en el Paseo Capital. Estos se instalaron, junto con juegos mecánicos, en las calles Hidalgo y Bravo, entre Aldama y Ramos Arizpe, asimismo, en Juárez, entre General Cepeda y Bravo, y en Allende, entre Pérez Treviño y Ramos Arizpe.
Desde los primeros minutos del lunes, permanecen cerradas a la circulación las calles de Hidalgo y Bravo, ambas en su tramo de Ramos Arizpe a Aldama, como lo confirmó Zulema Banda Alemán, subdirectora de Tránsito y Vialidad.
Dichas vialidades serán reabiertas desde las primeras horas del miércoles, 7 de agosto, una vez que se retiren los puestos y las áreas desalojadas por los vendedores sean aseadas.
Ese día se llevará a cabo una brigada de “limpieza exhaustiva”, incluso en la Plaza de Armas, con jabón, cloro y desengrasante, con el apoyo de una pipa, anunció Alejandro Hassaf Tobías, director municipal de Servicios Públicos.
Todo indica que los empleados municipales deberán limpiar incluso el mismo Paseo Capital, que no escapó al desorden y acumulación de suciedad que generaron los stands que se apostaron, incluso, sobre la Plaza Nueva Tlaxcala.
Durante un recorrido realizado por la zona, se encontraron botes de basura llenos de desechos, asimismo, vendedores ambulantes ofreciendo sus mercancías, como paleteros, y personas que utilizaron la superficie de esa nueva zona turística como corredor para transportar mercancías de una calle a otra.
Grupos de personas consumieron sus alimentos en varios lugares Paseo, en tanto, vendedores invadieron totalmente la Plaza Nueva Tlaxcala, así como la periferia de la Plaza de Armas para colocar, fuera de sus locales, sus accesorios de trabajo y comestibles para preparar sus platillos.
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