Fernández luchaba siempre por lograr sus objetivos y no se detenía hasta hacerlo.
Humildad y trabajo son los principales valores que predicó la familia Fernández para cada uno de sus cinco hijos. Aunque en su momento todos jugaron al futbol, el único que logró llegar a la Primera División fue Enzo Fernández. “Fue el único que siguió hasta que debutó”, relató Raúl Fernández, su padre.
Apenas tenía seis años, Enzo comenzó a seguir su sueño. Entrenaba tres veces por semana y cuando comenzó a crecer el entrenamiento ya era todos los días. Su madre siempre lo acompañaba, pero cuando cumplió 13 empezaron a dejarlo ir solo. Nunca tuvo distracciones porque siempre tuvo en la mente el sueño de debutar.
La disciplina y determinación de Enzo fue de gran importancia. No solo trabajaba con las inferiores de los Millonarios, sino que practicaba en un club de barrio con niños que eran de una categoría más grande que él. En sus momentos ocio le gustaba jugar a la Play con sus hermanos. “Siempre tuvo su personalidad, fue de carácter fuerte, muy caprichoso”. Y es que Fernández luchaba siempre por lograr sus objetivos y no se detenía hasta hacerlo.
Además, fue un chico solidario; los chicos que venían del exterior y vivían en la casa club de River Plate solían ir a jugar y comer a la casa de la familia Fernández. “Tuve más de 108 chicos, todos amontonados en la pieza de él, jugando play, divirtiéndose… Siempre fue así, muy solidario”.
