La Entrevista con Rafael Martínez Martínez

"Apoyar a menores es una labor que nos orgullece". 

¿Te sientes orgulloso de ayudar a tantos menores?

“Claro que sí. Mira, no hay nada más triste que escuchar las historias de estos niños y adolescentes, algunos, entenderlos y apoyarlos a que sigan luchando. Y al final Es sumamente reconfortante verlos partir acompañados de sus familiares.
“Pero te digo una cosa, siempre será motivo de satisfacción saber que hiciste algo bueno, claro es tu trabajo, pero a final del camino comienzas a verlo como algo que te enorgullece y que te alegra”.

¿Qué historias has escuchado?

“Uf, cada menor o adolescente tiene una historia que contar y la mayoría son tristes y entonces es cuando se hace necesario entenderlo y aconsejarlo, al final lo aceptan porque llevan días de sufrimiento de no ser escuchados.
“La historia más triste es de un menor que perdió a su mamá en el camino. Es realmente triste escucharlo. Pero, han sido tíos, abuelos y hasta papás. Y sí, todas las historias son tristes”. Casa YMCA tiene tres locales en la frontera de México con Estados Unidos y en Piedras Negras se encuentran una de ellas.
Son hogares provisionales gratuitos para menores de ambos sexos procedentes de diversos puntos de México a quienes se les brinda atención y servicios de emergencia en situación de repatriación, con el objetivo de ofrecer un lugar seguro y digno, donde los menores.

¿Cómo te nació todo esto de apoyo a menores mexicanos repatriados?

“Fíjate, yo soy técnico electromecánico en diésel, pero el destino me llevó a Casa YMCA en Tijuana, donde conocí todo esto, y no lo pensé más. “Allí mismo me nació la idea de apoyar a todos los menores que pueda para que levanten la cabeza y encuentren su destino con sus familias”.
El edificio ubicado en la colonia “Lázaro Cárdenas” fue construido en la Administración de Claudio Bres Garza y desde entonces han transitado a casa cientos de menores y jóvenes por este lugar.

¿De dónde surge el recurso para el sostenimiento?

“Hay gente muy buena en Piedras Negras y no me voy a cansar de decirlo. Recibimos donativos frecuentemente de la gente, de tiendas, de conveniencia a través de Redondeos, de la Institución.
“Es decir, gracias a Dios y a la gente podemos darle albergue, descanso, atención sicológica y sano entretenimiento con actividades deportivas y de recreación”.

¿De qué estados provienen todos estos menores?

“De Guanajuato, el 50 por ciento, los demás son de todos los estados, incluso de Coahuila. Pero, te digo en Casa YMCA los vemos como amigos, como mexicanos.
“Ellos llegan tristes, pero se les dice que pronto se van a reunir con sus familias y todo mejora en la Casa, hay más alegría. Y sobre todo, quienes están albergados apoyan a los que llegan”. Rafael Martínez es originario de Torreón y como buen Lagunero conoce que la amistad es el tesoro más valioso.

¿Hay respeto entre todos?

“Claro, te digo, unos ya están en la Casa y otros llegan, entonces comenzamos a platicar, a escuchar a quienes llegan y a apoyarlo. Es una familia pequeña o a veces grande, pero siempre se protege a quien está triste y sufriendo.
“Y fíjate que ha dado resultado porque cuando uno de ellos se va con sus familiares, la tristeza es total. Pero, sabemos que la vida tiene que continuar y entonces volvemos a la plática a estimularlos”.

¿Ha bajado el número de menores mexicanos repatriados?

“Fíjate que sí. Llegamos a ofrecer albergue a mil menores por año, pero en los últimos dos años bajó a 300 y hasta 200 por año, por diferentes factores.“Uno de ellos la emergencia sanitaria, incluso el derrumbe de las Torres Gemelas que reforzó la vigilancia en las fronteras. Es decir, han sido muchos factores”. Este año llevan 317 repatriaciones de menores, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Migración y de la Casa YMCA.

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