La tragedia que envuelve a los normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero, ha sacudido nuevamente a la comunidad, generando un intenso debate sobre los recientes hechos ocurridos, que incluyen la muerte de otro estudiante, y los señalamientos sobre la veracidad de las versiones oficiales.
En un lamentable suceso, que ha desatado indignación, Yanquin Kothan Gómez Peralta, estudiante de la escuela rural normal de Ayotzinapa, fue presuntamente asesinado por policías estatales de Guerrero la noche del jueves pasado.
Las autoridades locales habían afirmado que Gómez Peralta estaba bajo los efectos del alcohol o drogas en el momento de su muerte, pero el resultado de la necropsia, obtenido por medios nacionales, desmiente estas acusaciones.
Según el acta de defunción, el médico legista no encontró evidencia de agentes tóxicos en el cuerpo del joven, lo que contradice la versión oficial.
La madre del estudiante fallecido, Vianey, defendió a su hijo de las acusaciones y denunció la manipulación de la escena del crimen por parte de las autoridades.
Enfatizó que su hijo fue víctima de un ataque sin provocación por parte de las fuerzas del orden y que no llevaba armas ni sustancias prohibidas, como se ha sugerido.
La versión oficial del incidente sostiene que Gómez Peralta y sus compañeros abrieron fuego contra policías estatales cuando les marcaron el alto por supuestamente conducir un vehículo robado. Sin embargo, la madre del joven refutó estas afirmaciones y exigió justicia para su hijo.
La Fiscalía General de la República (FGR) anunció que se hará cargo de la investigación sobre el caso, ante la presunción de posibles delitos por violación de derechos humanos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, en su conferencia mañanera, respaldó esta medida y solicitó una investigación exhaustiva para esclarecer lo sucedido y castigar a los responsables.
El reporte policial inicial indicó que el presunto homicidio del estudiante se produjo en un intercambio de disparos durante un supuesto intento de detención de la camioneta en la que se desplazaban con otros jóvenes, que, según las autoridades, tenía reporte de robo.
No obstante, la falta de evidencia de armas o drogas en el cuerpo de Yanquin Kothan Gómez Peralta plantea serias dudas sobre esta versión oficial.
En medio de la controversia, tres oficiales han sido detenidos en relación con el incidente, mientras que el centro de derechos humanos Minerva Bello ha expresado su preocupación por la seguridad de los estudiantes y ha instado a una investigación imparcial y exhaustiva.
Bajo este escenario, la muerte de Yanquin ha avivado el debate sobre el uso de la fuerza por parte de las autoridades y la protección de los derechos humanos en Guerrero.
A la par, ha puesto nuevamente el dedo sobre la llaga del caso Ayotzinapa, y, otra vez, con la misma exigencia: justicia.
¿Usted qué opina?
