ENCUADRES

DONALD TRUMP

Este sábado 13 de julio, el expresidente y actual candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, fue víctima de un intento de asesinato durante un mitin en Pensilvania.  En medio del acto, un tiroteo dejó dos muertos y varios heridos, incluyendo a Trump, quien sufrió una herida en la oreja derecha. Este incidente generó una ola de reacciones tanto a nivel nacional como internacional, y plantea serios riesgos para la democracia estadounidense en plena carrera presidencial. El tiroteo ocurrió en un evento de campaña en Butler, Pensilvania, donde Thomas Mathiew Crooks, un joven de aproximadamente 20 años, disparó desde una azotea con un fusil AR-15. Según el fiscal de distrito del condado de Butler, Richard Goldinger, el agresor fue abatido por agentes del Servicio Secreto. Crooks no llevaba identificación, lo que complicó su identificación inicial. Además del atacante, un asistente al mitin también murió, y dos personas más resultaron gravemente heridas y fueron hospitalizadas. Trump, tras recibir atención médica, confirmó su participación en la convención republicana en Milwaukee, donde se espera su nominación oficial como candidato presidencial. En un mensaje en la red social Truth, el expresidente agradeció las muestras de apoyo y expresó su solidaridad con las víctimas del ataque, reiterando su compromiso con su campaña y su fe inquebrantable. El intento de magnicidio provocó fuertes reacciones en la comunidad internacional. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó el ataque y pidió el fin de la violencia política, subrayando que "no hay lugar para este tipo de violencia en Estados Unidos". La vicepresidenta Kamala Harris agradeció la rápida respuesta del Servicio Secreto y los servicios de emergencia, calificando el ataque como un "acto abominable". A la par, líderes de todo el mundo expresaron su solidaridad con Trump y condenaron el atentado. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el primer ministro británico, Keir Starmer, enviaron mensajes de apoyo, subrayando la inaceptabilidad de la violencia política. El primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, también se unieron a las condenas, destacando la importancia de la democracia y la paz. Desde América Latina, el expresidente brasileño Jair Bolsonaro y el presidente argentino Javier Milei manifestaron su apoyo a Trump, criticando a la "izquierda internacional" por lo que consideran intentos de desestabilización. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, también repudiaron el ataque, enfatizando la necesidad de rechazar la violencia en todas sus formas. Finalmente, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, además de condenar el ataque, señaló que la escalada de violencia política en Estados Unidos es fomentada por el negocio de las armas. Pero, al margen del calor de los hechos, lo preocupante es que este atentado contra Trump no solo pone en peligro la integridad física de los candidatos presidenciales, sino que también agrava la ya profunda polarización política en Estados Unidos.  Según Arie Perliger, académico de la Universidad de Massachusetts en Lowell, este tipo de violencia podría desencadenar niveles de ira y resentimiento sin precedentes, acercando al país a un estado de conflicto civil. Perliger subraya que la polarización política extrema y la deslegitimación de los oponentes políticos han llevado a una disfuncionalidad sistémica, donde las elecciones son percibidas como una cuestión de vida o muerte. Y es que, la violencia política, como la que se ha visto en este atentado, no solo amenaza la seguridad de los individuos, sino también la estabilidad de la democracia, pues la incapacidad de los diferentes movimientos y partidos para colaborar y buscar consensos pone en riesgo el funcionamiento del sistema democrático. 
Y si esta tendencia continúa, el futuro de la política estadounidense podría estar marcado por una escalada de violencia y una creciente desconfianza en las instituciones democráticas.
Así, el ojo, sin duda, debe estar puesto en EU. ¿O usted qué opina?