El Girona le muestra al Sevilla su realidad: otro año de sufrimiento

Un Girona con aspiraciones de Champions aprovechó la crisis del Sevilla, cuyo único objetivo parece ser evitar el descenso. Un resultado notable si logra mantenerse a flote, dada la situación actual.

El Sevilla sufrió su segunda derrota de la temporada en casa, sumando dos empates como visitante y encontrándose en zona de descenso durante el parón. Una vez más, enfrenta la dura realidad de tener un equipo inferior al de casi todos sus rivales.

Ya no es solo un problema de dirección técnica, fichajes o decisiones; el equipo se ha empobrecido tanto que no puede marcar goles y cada pequeño error en defensa se convierte en gol. El Girona aprovechó un fallo defensivo y una mano infantil para llevarse tres puntos de un estadio donde ha ganado en tres visitas consecutivas.

El Sevilla comenzó el partido con Marcao como capitán en su primer partido titular de la temporada. El brasileño ha sufrido una cadena de lesiones desde su llegada al club andaluz.

Este contexto refleja un cambio de ciclo: Ocampos se encontraba en la grada mientras su marcha a México es inminente; Jesús Navas esperaba su turno en el banquillo, ya que se retirará en diciembre; y jugadores como Rakitic, Fernando, o Sergio Ramos ya se han despedido del club.

Es un nuevo orden en el vestuario de Nervión. Pese a todo, el Sevilla inició el partido con intensidad. Al Girona, por su parte, le cuesta tomar el control del balón como visitante, hasta que el equipo rival deja de ganar cada duelo.

En los primeros compases del encuentro, el Sevilla generó buenas llegadas, incluyendo un par de disparos de Isaac desde la frontal en contragolpes bien dirigidos por Juanlu o Valentín Barco, muy participativo. A los de Míchel les costaba encontrar un jugador libre en el centro del campo.

Eventualmente lo lograron, lo que llevó a que los jugadores sevillistas intentaran cerrar espacios que los catalanes lograban explotar, especialmente en el flanco izquierdo, donde Carmona se encontraba muy solo. Los visitantes concentraron sus ataques por ese lado, lo cual les dio resultados antes del descanso. Primero, Miguel intentó un disparo desde la frontal que Nyland desvió con una mano salvadora. Fue el primer disparo del Girona a la media hora. En el siguiente ataque por la banda, mientras el Sevilla protestaba por una falta en el otro lado del campo, Bryan encontró a Miguel en profundidad, quien asistió a Iván Martín para que marcara a placer. Nadie del Sevilla notó que el cerebro rojiblanco entraba sin marca por el segundo palo.