Trabajar con James Cameron puede ser una experiencia inolvidable para muchas estrellas, pero para este actor fue la salvación.
James Cameron logró su obra más aclamada con Avatar. Este asombroso mundo de Pandora no solo revolucionó el cine con sus efectos especiales, sino que también se convirtió en una de las películas más taquilleras de la historia, con un guion que, a pesar de las comparaciones con Pocahontas, resultó convincente para los espectadores. La película recibió merecidamente 9 nominaciones al Oscar, obteniendo tres estatuillas en las categorías de Mejor Fotografía, Mejor Dirección de Arte y Mejores Efectos Visuales.
Convencido de que la familia Sully podría ser la base de un universo más extenso, Cameron anunció una franquicia de cinco películas. Una década después del estreno de la primera entrega, el público pudo disfrutar de Avatar: El camino del agua, que contó con la participación de Kate Winslet en el elenco. Aunque la película también recibió nominaciones al Oscar, no alcanzó el mismo impacto que la primera entrega, originalmente destinada a ser protagonizada por Matt Damon. Ante la negativa de Damon debido a compromisos con otra franquicia, Bourne, Cameron optó por cumplir su palabra y fichó a un actor que en ese momento se encontraba sin hogar.
Sam Worthington, el actor en cuestión, había vendido todas sus posesiones en una subasta y vivía en su coche, recorriendo la carretera en medio de una crisis existencial. "Vendí todo lo que tenía a mis amigos porque no me gustaba quién era", compartió Worthington con Variety. "Necesitaba largarme. Vivía en Sydney y cada vez que iba a un bar me reconocían. Me estaba rebelando contra eso". Fue en este momento cuando recibió una llamada para una audición en una película ultrasecreta, y su peculiar interpretación durante la prueba, masticando chicle en lugar de seguir las líneas del guion, llamó la atención de Cameron.
A pesar de las dudas iniciales, Cameron quedó impresionado con la actitud de Worthington y lo convocó para una segunda audición en Los Ángeles. A pesar del acento peculiar del actor, Cameron estaba convencido de haber encontrado al protagonista perfecto. "Nos enfrentamos a un desafío porque tenía un acento como el de Crocodile Dundee", recordó el director ganador del Oscar. "He visto muchos actores, nombres que realmente te impresionarían. Pero Sam es el tipo que me hizo querer seguirlo a la batalla. El que me hizo querer acompañarlo al infierno, algo que los demás nunca lograron".
Finalmente, Cameron estaba seguro de tener al actor ideal, y el resto es historia.
