Los pájaros se resguardaron, los perros aullaron y los gallos cantaron dos veces desorientados por la oscuridad del mediodía que se vivió por el eclipse total de sol por 2 minutos.
Las aves comenzaron a volar en parvada buscando guarecerse y las exclamaciones de asombro y emoción de la gente se escucharon cuando el cielo comenzó a oscurecerse por el eclipse total de sol en pleno mediodía, a las 12:24 horas, un fenómeno natural que regaló a Coahuila su esplendor al ser uno de los pocos estados en que se pudo observar de forma total con una oscuridad al 100 por ciento en los municipios de Torreón, Cuatro Ciénegas, Monclova y Piedras Negras, donde visitantes y turistas foráneos y extranjeros, además de los habitantes locales se dieron cita para presenciar la unión del sol y la luna.
Apenas 2 minutos y 15 segundos duró el clímax del acontecimiento esperado por 33 años que fue el anterior eclipse que se dio y que fue mayormente apreciado en el sur del país, pero quienes pudieron apreciarlo en un sitio público como la plaza principal, el Cristo de la Bartola y en el Ecoparque de Monclova, expresaron que fue una experiencia fascinante que valió la pena verlo pese a las horas que condujeron para estar en una ciudad donde lo podían ver, pedir permiso en sus trabajos o estacionarse en algún claro improvisadamente. Algunos hicieron sus propios accesorios para ver el eclipse, como los expertos indicaron, con un pedazo de cartón y por reflejo de la luz o con las láminas de soldador de 14 máscaras, y la mayoría usó los lentes especiales autorizados.
Afluencia. Desde temprana hora de este lunes, la carretera 57, tanto la vía procedente de Saltillo como la de Monterrey, hacia Monclova, presentó un tráfico intenso por los visitantes que se dirigían a la ciudad para poder disfrutar del eclipse de sol, ya que en sus respectivas ciudades no se presentaría más que parcialmente.
El Ecoparque de Monclova registró más de 7 mil asistentes para ver el eclipse en alguna área, principalmente se concentraron en donde está el Centro Telescópico, donde transmitieron mediante pantallas lo que estaba siendo observado, además de colocar los llamados "tendederos" de lentes para ver el eclipse para que todos pudieran apreciarlo.
En la loma del Cristo de la Bartola, hubo gran afluencia de gente de la localidad como extranjeros de diversas nacionalidades como españoles y estadounidenses, incluso, se dijo que la loma de la Bartola aparecía entre los sitios de mayor altura para poder ver mejor el eclipse, es por ello que se dirigieron ahí.
La plaza principal de Monclova también tuvo mucha asistencia de visitantes locales, foráneos y extranjeros de Chile y Estados Unidos.
En los diversos puntos de observación, algunos colocaron sus cámaras fotográficas con filtros especiales para sus tomas del eclipse y algunos instalaron telescopios que compartieron con la gente para observar el fenómeno.
Hubo quien llevó a cargar de energía piedras volcánicas de obsidiana, amatista y otras.
Muchos vivieron el eclipse desde sus casas y comentaron que sus mascotas aullaron cuando transcurría el eclipse, algunos protegieron sus plantas, mientras en el campo, los animales se inquietaron y los gallos cantaron dos veces este día de dos amaneceres.
