Ha conseguido la reanudación de los accesos internacionales que previamente estaban suspendidos.
La frontera entre Piedras Negras y Eagle Pass ha sido testigo de un drástico descenso en la cifra de indocumentados detenidos, marcando un hito significativo con tan solo 454 personas arrestadas el pasado lunes 1 de enero, lo que representa la cifra más baja en más de un mes, según reportan las autoridades locales. Este marcado decrecimiento contrasta con la previa tendencia que implicaba más de 2 mil cruces diarios.
El Centro de Procesamiento al norte de Eagle Pass, gestionado por la Patrulla Fronteriza, también experimentó una disminución al registrar solo 970 personas, una cifra que se mantiene por debajo de la marca de mil.
Llegada. Estos datos sugieren una posible mejora en la situación migratoria, quizás como resultado de los esfuerzos conjuntos implementados en ambos lados de la frontera para controlar la llegada masiva de inmigrantes. La reducción en el número de detenciones podría no solo indicar un cambio en la dinámica migratoria, sino también abrir la puerta para que los agentes de Aduana y Protección Fronteriza (CBP) retomen sus funciones normales en las casetas de inspección. Este escenario, a su vez, facilitaría el retorno a la operación regular de los Puentes Internacionales, que han experimentado cierres parciales con consecuencias negativas para los usuarios y la economía de ambas regiones. Aunque la situación sigue evolucionando, estos primeros indicios sugieren un cambio positivo en la compleja dinámica de la frontera Piedras Negras - Eagle Pass. En respuesta a la marcada disminución en las detenciones de indocumentados en la frontera entre Piedras Negras y Eagle Pass, la autoridad estatal en México ha intensificado sus esfuerzos con el objetivo de contrarrestar esta situación de manera efectiva. Funcionarios gubernamentales locales han subrayado la importancia de implementar estrategias coordinadas que aborden no solo la llegada de inmigrantes, sino también las causas subyacentes de este fenómeno. Se están explorando acciones tanto preventivas como de control para asegurar un abordaje integral que involucre a diversas instancias gubernamentales y fomente la cooperación bilateral. En este contexto, se destaca la colaboración con autoridades de Estados Unidos para fortalecer la seguridad y la gestión fronteriza, reconociendo que el tráfico irregular de migrantes es un desafío compartido que requiere soluciones conjuntas. La interconexión de esfuerzos, recursos y políticas entre ambas naciones se perfila como esencial para lograr un abordaje sostenible y efectivo.
