El Girona sufrió una dolorosa derrota ante el Sturm Graz (1-0) que complica severamente sus posibilidades de avanzar a la siguiente fase de la UEFA Champions League.
A pesar de dominar gran parte del encuentro, los errores defensivos y la falta de contundencia en el área rival condenaron al equipo dirigido por Míchel en el Wörthersee Stadion, que lució un ambiente vibrante gracias a los 25,000 aficionados locales que se desplazaron para apoyar a su equipo.
El Girona arrancó con su característico estilo de posesión, controlando el balón y evitando un juego de ida y vuelta. Bryan Gil destacó en la primera mitad con peligrosas internadas por las bandas, generando las oportunidades más claras. Iván Martín, quien sustituyó de urgencia a Donny van de Beek debido a una gastroenteritis, falló la ocasión más clara del partido: un remate a pocos centímetros de la portería que inexplicablemente se fue por encima del travesaño tras un excelente pase de Bryan.
Por su parte, el Sturm Graz mostró un planteamiento más físico y desordenado, pero con momentos de peligro liderados por Böving, quien obligó a Gazzaniga a intervenir en varias ocasiones.
El segundo tiempo comenzó con el Girona perdiendo el control que había tenido en la primera mitad. En el minuto 59, Biereth aprovechó un rebote tras un disparo bloqueado por Gazzaniga para adelantar al Sturm Graz. Este gol descolocó aún más al equipo catalán, que intentó volcarse al ataque con todos sus recursos, pero sin éxito. A pesar de la insistencia, los austriacos reforzaron su defensa y cerraron cualquier espacio, dejando al Girona sin opciones claras de empatar.
Con esta derrota, el Girona se queda en una posición delicada y con solo un 16% de probabilidad de avanzar, según cálculos de inteligencia artificial. Por otro lado, el Sturm Graz celebró su primera victoria en la competición, avivando sus propias esperanzas de avanzar en el torneo. El Girona deberá buscar un milagro en la última jornada para mantenerse con vida en la Champions League.