Claudia Ramírez en contra de la pensión vital que propone Clara Brugada: 'Propuestas p*nd*j*s'

La actriz expresó su negativa en redes sociales

Claudia Ramírez es una de las primeras figuras del medio en reaccionar a las propuestas de campaña de Clara Brugada, candidata a la jefatura de gobierno, que ayer expresó que, dentro de proposiciones se encuentra ofrecer apoyos económicos a personas de entre 57 a 60 años, que apliquen al ingreso mínimo vital que plantea la Constitución, pues la actriz considera que las personas que oscilan entre esas edad son completamente capaces de valerse por sí solas y seguir generando.

Ayer, la exalcaldesa de Iztapalapa y ahora candidata al Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, dio a conocer sus propuestas como aspirantes; entre ellas, llamaron la atención las relacionadas con la promesa de apoyos económicos a diferentes sectores de la sociedad.

Brugada, candidata por Morena, PVEM y PT, expresó que facilitaría becas de movilidad para jóvenes universitarias e universitarios, así como programas de apoyo económico para neonatos y bebés de hasta tres años.

Además, la economista expresó su interés en incentivar una pensión para personas de 57 a 60 años, como parte del derecho al Ingreso Mínimo Vital (IMV), que consiste en otorgar un nivel de ingresos básico a personas en situación económica vulnerable,

“Otorgaremos un apoyo económico universal para adultos mayores de los 57 a los 60 años como una medida de transición hacia la pensión universal del Gobierno Federal”, precisó Brugada.

Sin embargo, dicha propuesta ya ha comenzado a generar críticas y señalamientos en la población, que considerar que es una medida indolente para personas que continúan en edad de generar.

Una de las que evidenció su inconformidad fue la actriz Claudia Ramírez que, a sus 59 años, se siente capaz de trabajar y valerse de los resultados de su esfuerzos.

Otras y otros usuarios la apoyaron, destacando que quien considere que esta clase de apoyos, o pre-prensiones, son de ayuda son quienes están mal, pues n odebe normalizarse el sedentarismo y la falta de deseos de trabajar.