El Atlético sufrió para derrotar al Celta
Julián Álvarez se unió al Atlético para ayudarlo en la lucha por los títulos. Aunque aún es pronto para saber si lo logrará, lo importante es que el equipo necesita ganar partidos, y eso es exactamente lo que hizo el argentino al entrar en la segunda mitad y definir el encuentro en el último momento. Conectó un pase de Griezmann en el área pequeña, se anticipó a Carreira y Fran Beltrán, asegurando una victoria que parecía inalcanzable durante gran parte del partido.
El Atlético, una vez más, no tuvo un buen inicio en la primera mitad, como si el plan del Cholo fuera acortar los partidos a 45 minutos. Ya lo había hecho en Vallecas y repitió en Balaídos. El problema es que el rival no se detiene. Esto lo vivió su hijo, Giuliano, quien se vio obligado a jugar en una posición incómoda como carrilero izquierdo, donde sufrió con el dos contra uno que le planteaban Manquillo y Carreira.
Ante este sufrimiento, el Cholo decidió cambiarlo en la segunda mitad, dando entrada a Rodrigo Riquelme por ese lado. La idea de Simeone era activar al equipo en ataque, y así fue: Julián Álvarez, que había entrado poco antes, generó el mejor disparo del Atlético, que Guaita logró despejar estirando su brazo.
Esto ocurrió en los últimos minutos, cuando el Atlético necesitaba un gol para no despedirse de la Liga antes de que acabara septiembre, una costumbre que han tenido en los últimos años, ya que les cuesta arrancar la temporada.
El partido fue dominado en gran medida por el Celta, que era más peligroso con la dupla de Aspas y Borja Iglesias. Antes de que Julián Álvarez marcara, Jan Oblak ya había salvado al equipo. Primero, fue Aspas quien buscó el gol entre los defensas, pero Oblak estuvo atento. Luego, Borja lo intentó de cabeza, pero nuevamente se encontró con las manos del esloveno.
Borja siempre superaba a Reinildo en sus duelos, mientras que Sorloth no podía hacer lo mismo con Starfelt. El Atlético continuó sin despertar hasta bien entrada la segunda mitad. Aspas y Borja seguían creando peligro, mientras que Griezmann estaba prácticamente ausente.
El francés no encontraba su ritmo, pero mejoró cuando sus compañeros comenzaron a entrar desde el banquillo. Riquelme trajo energía al equipo y cambió la dinámica del lado izquierdo. Hasta su entrada, el Atlético temía más al Celta que viceversa.
El gol llegó gracias a Griezmann y Julián Álvarez. Hace menos de dos años, ambos jugaban en el Mundial con sus selecciones, y ahora se unen para lograr la victoria. El argentino finalizó el pase del francés, dando al Atlético tres puntos que parecían lejanos.
Sin embargo, gran parte del mérito de esta victoria también recae en Oblak, quien sostiene al equipo en los momentos difíciles, cuando el rival aprieta. Esto volvió a ser evidente en Vigo, justo antes de que Julián Álvarez sellara el triunfo.
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