En su declaración, la esteticista reveló que la expareja del mandatario argentino le habría reconocido que Fernández le dio un golpe "sin querer"
La esteticista de Fabiola Yáñez negó este martes la versión del exmandatario Alberto Fernández, acusado de supuesta violencia de género, de que un moretón en el rostro de su entonces pareja había sido causado por sus tratamientos.
La cosmetóloga María Florencia Aguirre declaró este martes ante el fiscal Ramiro González en los tribunales de Comodoro Py en Buenos Aires y cuestionó la versión de Fernández de que un hematoma visible en la cara de Yáñez en una foto difundida por la prensa argentina fuera producto de sus tratamientos.
Según su testimonio, al identificar el moretón en el rostro de Yáñez y consultarle por la causa, la ex primera dama le habría dicho que se trató de un golpe involuntario, versión de la que Aguirre dudó.
Poco después, su clienta le habría reconocido que se trató en realidad de un golpe "sin querer" del expresidente.
"Mis tratamientos no dejan moretones", explicó Aguirre a la prensa al abandonar los tribunales, y comentó que durante su declaración mencionó que Fernández "le hablaba a los gritos" a Yáñez, quien le habría comunicado además que se sentía "presa" en la residencia presidencial de Olivos (provincia de Buenos Aires).
Estas declaraciones llegan poco después de las de Federico Saavedra, quien fuera médico presidencial durante el mandato de Fernández y que declaró el pasado jueves en el marco de la investigación por presunta violencia machista.
El extitular de la Unidad Médica Presidencial reconoció haber visto un moretón en el ojo de Yáñez, que también le dijo que se trató de un "golpe involuntario".
Tras la denuncia de Yáñez el 6 de agosto, el fiscal imputó la semana pasada a Fernández por el posible delito de lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo y por darse en un contexto de violencia de género y de amenazas coactivas en perjuicio de su expareja.
En su dictamen, González afirmó que Yáñez "sufrió una relación atravesada por hostigamiento, acoso psicológico y agresiones físicas en un contexto de violencia de género e intrafamiliar", asentado "sobre una relación asimétrica y desigual de poder que se ha desarrollado a lo largo del tiempo, la cual se vio acrecentada exponencialmente por la elección de Fernández como presidente", en 2019, y "el ejercicio del cargo", hasta diciembre pasado.
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