Bebé de venezolanos nace en Monclova; dan giro a migración
Los sentimientos de la pareja son encontrados.
Criselda Farías / El Tiempo de MonclovaEl médico Alfonso Herrera, de urgencias del hospital Amparo Pape, atendió a Damaris, joven madre migrante quien tuvo a Enderli Victoria.
El sueño de la pareja era llegar a Estados Unidos y que su hijo o hija nacieran en territorio estadounidense donde podrían trabajar y ofrecerle mejores condiciones de vida, sin embargo, la travesía desde Venezuela tardó más de lo pensado y recorrieron distancias, caminos y ciudades durante cinco meses y, a unos kilómetros de poder llegar a la frontera de Coahuila con Texas, en Monclova, nació la bebé a quien pusieron de nombre Enderli Victoria y su vida ha dado un giro, pues tienen que ver primero por la pequeña, su seguridad y necesidades.
Aunque Damaris estaba aferrada a continuar el camino a la frontera de Piedras Negras, trepando el tren, cuando se detuviera, en Frontera, la tarde del pasado sábado, ahí los dolores de parto la sorprendieron y una buena samaritana que los vio en la plaza los llevó, primero a los rieles del tren y luego al hospital Amparo Pape, donde fue atendida de inmediato y en menos de una hora tenía a la bebé en sus brazos.
Sorpresa. Damaris Carolina Zapata Villalón, y Ender José Meneses Pérez, junto a su bebé Enderli Victoría, es la familia de jóvenes venezolanos que se estrenaron como padres este fin de semana, su hija es mexicana y la van a registrar como tal, y van a consultar sobre el estatus en que ahora se encuentran en su calidad de migrantes con hija mexicana para poder continuar su viaje y cruzar a Estados Unidos, o bien, obtener algún documento o salvoconducto legal que les permitar viajar a la frontera.
Los sentimientos de la pareja son encontrados, pues están felices de haber tenido a su bebé, pero también no quieren abandonar del todo su sueño de irse a trabajar "al gabacho".
"Uno quisiera estar en casa, con su familia, pero tenemos que emigrar, porque la situación en Venezuela es difícil y peligrosa, no se alcanza con lo poco que gana uno y hay un gobierno opresor", compartió Damaris, quien dijo que dio la noticia por teléfono a sus padres y se pusieron muy contentos, queriendo acompañarla en estos momentos, pero es imposible. De 22 años, Damaris es la penúltima de sus cinco hermanos, sólo 2 permanecen en Venezuela, 1 está en Perú y otra en Chile trabajando, ella y su esposo precisamente se conocieron en Chile donde tenía un par de años trabajando como empleada doméstica y demostradora o vendedora, mientras que él, trabajaba en la construcción y estaba a punto de también trabajar como vigilante, pero al no tener documentos para trabajar, se les complicó y decidieron emprender el camino hacia Estados Unidos, primero aplicaron en CBP One para pedir cita de asilo, sin embargo, debían permanecer en el mismo sitio hasta que les llegara la cita, lo cual puede tardar meses o hasta un año o más, así que renunciaron para emprender el viaje por su cuenta.
"No pensé que tardaríamos tanto, yo salí de allá (Chile) de tres meses de embarazo y tardamos seis meses para poder estar cerca, pues mi embarazo se completó, la bebé nació bien y de buen peso", externó la madre migrante.
Aunque la bebé tiene un par de cambios de ropa, sí necesita ropita y la pareja también, por los monclovenses que quieran apoyar.
Abuso. Junto con Damaris y Ender viajaban otros migrantes, un familiar suyo venezolano con sus hijos y otra familia. Juntos habían logrado avanzar caminando, en tren o en algún transporte local, entre ciudades, y llegaron caminando a Castaños, en el retén de elementos de la Policía Estatal. Fue en la madrugada cuando iban caminando por la carretera y se toparon con la revisión, y los agentes les dijeron que si querían seguir avanzando y que ellos no le llamaran a migración, tenían que darles dinero, así que entre todos apenas lograron juntarles 800 pesos, que era lo último que traían para darles de comer a los niños y a ella, si se ofrecía sobre el parto.
Les entregaron el dinero y los dejaron pasar y fue como caminaron hasta Frontera, donde iba a subir al tren.
Ruta. El cruce de migrantes por la región de Castaños, Monclova y Frontera disminuyó en los últimos meses debido a los retenes de vigilancia, sobre todo, el del Centro de Rescate y Procesamiento de Migrantes de Monclova y ejido Primero de Mayo, y cuando para abril del presente año habían sido detenidos 3 mil 213 y hubo dos caravanas de más de 2 mil migrantes, hoy el paso bajó considerablemente a algunos cuantos por semana que la mayoría de los casos son sorprendidos en los retenes de migración.
Atención. El médico Alfonso Herrera, de urgencias en el hospital Amparo Pape, manifestó que le ha tocado atender a varios migrantes de diversas nacionalidades, quienes llegan con algún punto de deshidratación o porque caen del tren, pero nunca le había tocado atender a una migrante con un embarazo a término.
Él fue quien recibió a Damaris y narró que ya estaba a punto de parir, por lo que fue ingresada de inmediato y atendida.
"Todo sale bien y tiene una niña sana, es posible que la den de alta mañana, pues en partos naturales se deja a la paciente de 24 a 48 horas".
Herrera destacó que han sido pocos migrantes los que ha atendido, uno o dos por semana y alguna vez a más. Hubo una ocasión en que se atendió a varios deshidratados.
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