La esperanza que se tiene en la Región Centro tanto para recuperar el flujo económico o la reactivación de Altos Hornos de México, nos lleva a confiar en todos o cualquiera y no solo prenderle veladoras a todos los santos, sino hasta voltearlos de cabeza.
La muestra más que clara fue la visita del Senador Gerardo Fernández Noroña a Coahuila estando en el municipio de Nueva Rosita de la Región Carbonífera, así como en Monclova donde ya lo esperaban los obreros que desesperadamente buscan respuestas y soluciones tanto en sus pagos atrasados como en la misma empresa para recuperar sus empleos.
El panorama todos los conocemos y estamos de acuerdo en que nadie trae una varita mágica, considerando que el conflicto sigue con un nudo ciego que no tan fácil se podrá desatar.
Ni el Presidente de la República ha podido dar solución al tema de Altos Hornos de México, (Quizá porque no ha querido) y mucho menos Fernández Noroña lo va a hacer.
El Senador llegó, escuchó y se acercó con los sobreros, pero como siempre sucede, no quedó nada definido.
La decepción llegó cuando Fernández Noroña les hizo ver que conformes deben estar con que les hayan conservado el seguro social.
Obviamente, eso no les gustó mucho a los trabajadores de Ahmsa, que no pudieron ocultar la molestia ni hacerle muecas al Senador.
Pero lo que sí pudiera ser seguro es que el objetivo de Noroña con su visita a Coahuila quizá no queda tan claro, ya que la finalidad de esto era darle mayor fuerza al partido de Morena y todo parece indicar que fue todo lo contrario.
Se supone que también se extendió el mandato de Guillermo del Bosque de Morena en Coahuila, donde, por supuesto, se busca por parte del partido una mayor confianza de los coahuilenses, pero con estos resultados no se ve tan positivo el asunto.
Quien también estuvo ayer en Coahuila, como parte de su última visita, fue el presidente Andrés Manuel López Obrador para ver el tema de los mineros fallecidos y atrapados en las minas de Pasta de Conchos como en la del Pinabete.
Una de las promesas del Presidente López Obrador fue recuperar todos los cuerpos tanto de Pasta de Conchos como del Pinabete y vaya que lo anunció con bombo y platillo.
Incluso se destinó presupuesto para ello.
Pero será parte de la herencia que seguramente le dejará a la presidenta electa Claudia Sheinbaum una vez que tome las riendas de la Nación.
Y es que para eso mismo, el presidente saliente como la entrante firmaron un convenio de compromiso en el que se deben continuar los trabajos de rescate.
Honestamente, puede terminar el sexenio de Sheinbaum y quizá aún no se puedan rescatar los cuerpos que siguen en las entrañas de estas minas.
Ojalá nos equivoquemos.
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