Las Águilas consiguieron la anotación de la victoria en los minutos finales y se metieron entre los mejores cuatro gracias a la posición en la clasificación general
Pachuca dejó vivir al América en toda la serie de Cuartos de Final y lo pagó caro. Apelando al espíritu y a su posición en la tabla, las Águilas avanzaron a la final.
Luego de un agónico gol de Julián Quiñones para empatar el duelo a uno y avanzar con marcador global de 2-2, las Águilas se instalaron en la siguiente ronda con la ilusión de la 15 renovada.
América mostró en el primer tiempo destellos del equipo que fue a lo largo de la temporada, pero nunca encontraban la fórmula para acabar con su némesis.
Cuando las Águilas eran mejores, un increíble error de Igor Lichnovsky le abrió la puerta a unos Tuzos que parecían superados por el escenario.
El central chileno dio un pase errado hacia donde estaba Ramón Juárez, pero fue Oussama Idrissi quien llegó a empujar el balón para abrir el marcador al minuto 31.
El Estadio Azteca explotó en apoyo a su equipo luego del gol visitante y aunque dominaron el partido, la falta de ideas fue mayor en la ofensiva azulcrema. Sólo una genialidad o un milagro salvaría a los de André Jardine.
Y se dio. En la agonía del partido, Julián Quiñones tal y como lo hizo en la final del Apertura 2017, hizo estallar el Coloso de Santa Úrsula como pocas veces se ve.
Las Águilas, fieles a su historia, pelearon hasta el final y encontraron la recompensa. El sueño del bicampeonato sigue intacto y con un envión anímico que necesitaban al doble: Vencer a su más grande pesadilla y recobrar un poco de su memoria futbolística.
América está en Semifinales y podría haber Clásico ante uno de sus acérrimos rivales.
