Alzhéimer, cómo combatir el envejecimiento acelerado y no deseado del cerebro

La enfermedad de Alzheimer es el deterioro cognitivo más frecuente entre los españoles y se produce debido a un envejecimiento progresivo del cerebro causado por una pérdida paulatina de neuronas y una atrofia que implica una alteración en la memoria, en el lenguaje, en la orientación y en la conducta.

Las personas que padecen esta enfermedad comienzan con síntomas leves, pequeños olvidos y despistes que al principio se consideran normales, pero que con el tiempo se van haciendo más frecuentes y que llegan a afectar a la vida diaria, lo que lleva a solicitar consulta. Este proceso lo conoce bien Javier Sobejano que ha vivido en primera persona el diagnóstico de alzhéimer a su esposa con sólo 56 años: «Al principio fueron pequeños olvidos y despistes en el entorno laboral que achacamos al estrés; cuando se hicieron más frecuentes y consultamos con nuestra médico de atención primaria, al realizarle unas pruebas se quedó sin habla», ahí comenzaron a sospechar que lo que sufría podía ser alzhéimer.

El Dr. Rafael Arroyo, jefe del Departamento de Neurología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, explica que cuando esta enfermedad da la cara ya puede haber estado desarrollándose desde hace una década sin desarrollar la sintomatología debido a la acumulación en el cerebro de sustancias tóxicas. «De ahí que los diagnósticos tempranos sean fundamentales porque cuanto antes podamos actuar contra esas sustancias tóxicas en el cerebro, seguro que seremos capaces de detener mejor la enfermedad; algo que hasta ahora no hemos hecho con suficiente efectividad», remarca.

Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), hay 800.000 pacientes que padecen alzhéimer en España; y las estimaciones apuntan a que, aproximadamente, el 12% de las personas a partir de 80 años van a padecer esta enfermedad, sobre todo más las mujeres, en torno a un 14%, mientras que el 10% de los hombres. «De ahí, la importancia que tiene esta patología, que con el aumento de la esperanza de vida. Va a ser una auténtica pandemia en España y en el mundo occidental», apostilla este neurólogo.

La Dra. Rocío García, del servicio de Neurología de Quirónsalud Madrid, dice que la mayor parte de los casos se inicia con síntomas sutiles poco llamativos, y los más típicos empiezan con una afectación de la memoria reciente con episodios como 'con quién comí ayer' o 'dónde he dejado mis llaves', unos olvidos normales del día a día son cada vez más frecuentes. «Sólo me tengo que preocupar si estos olvidos son cada vez más frecuentes, afectan a cosas muy sencillas y conocidas por mí, y que se supone que domino, y si hay evolución progresiva es cuando uno tiene que ir al médico», afirma.

Esta experta recuerda que con la demencia tiene lugar una especie de envejecimiento acelerado del cerebro, que produce que se pierdan neuronas, y tenga lugar una atrofia del cerebro gradual, con la consiguiente pérdida de volumen de la sustancia gris y de la blanca.

El Dr. Arroyo destaca que cuando los pacientes llegan a sus consultas son importantes los neurólogos altamente especializados, así como los neuropsicólogos a la hora de explorar los dominios del cerebro, así como los estudios de resonancia magnética, y los de medicina nuclear, que aportan marcadores más específicos del alzhéimer. «Lo que más aportan los estudios de resonancia magnética es la buena diferenciación entre la sustancia blanca y la gris, algo básico en el seguimiento de estos pacientes, y para el diagnóstico diferencial de otras patologías neurodegenerativas que pueden simular o coexistir con el alzhéimer», explica la Dra. Mar Jiménez, del servicio de Diagnóstico por imagen de Quirónsalud Madrid.

También son muy útiles en el diagnóstico y en el seguimiento de la evolución de la enfermedad los estudios de Medicina Nuclear. En este sentido, el Dr. Antonio Maldonado, del servicio de Medicina Nuclear de Quirónsalud Madrid, indica que para el diagnóstico del alzhéimer se suelen emplear dos técnicas: la clásica, el SPECT cerebral, donde se ve la perfusión o flujo de sangre que llega a las neuronas para ver si éstas funcionan o no; y después, la técnica PET, con información sobre la actividad de las neuronas, valorando su consumo de glucosa con un radiofármaco. También están muy desarrollados los estudios que buscan observar la acumulación de forma precoz de placa beta-amiloide proteínas denominadas TAU en el cerebro. Estas pruebas pueden detectar la presencia de la enfermedad antes de que comiencen los síntomas.

Una vez cnfirmado el diagnóstico el doctor Arroyo añade son muy recomendables los tratamientos no farmacológicos, con una vida física, cognitiva, intelectual y social. «Talleres de memoria, entrenamientos cerebrales, controlar bien los factores de riesgo cerebrovasculares (como la hipertensión), llevar una vida rutinaria, o dormir bien son muy importantes para que el cerbero con alzhéimer desarrolle la sintomatología más tarde, o la calidad de vida de los pacientes y sus familias sea la mejor posible», añade. Un consejo que sigue Javier Sobejano con su mujer gracias a la Fundación Alzheimer que les acerca las posibilidades que tienen sus hospitales de día en el que los pacientes realizan estimulación cognitiva, actividades manuales y musicales, lo que mejora el estado físico y mental de los pacientes, su calidad de vida y la de sus familias.

Hay múltiples vías de investigación sobre el alzhéimer. La Dra. Rocío García, explica que en 2022 estaban activos casi 200 ensayos clínicos. «Algo alentador es que haya múltiples vías de investigación, y cuantos más caminos abiertos tengamos más probable es que lleguemos a conseguir algún fármaco o combinación de fármacos que tenga un éxito terapéutico», sostiene.

Javier Sobejano y su esposa están muy pendientes de todas las novedades terapéuticas y han vivido con esperanza la aparición de nuevas terapias y con decepción la suspensión de ensayos clínicos que parecían prometeores. «Hasta hace poco tiempo no teníamos tratamientos que alteraran el ciclo de la enfermedad. Los nuevos avances en detección precoz gracias a biomarcadores y los nuevos tratamientos más precoces, creemos que en los próximos diez años va a haber un cambio significativo en el manejo de los pacientes con enfermedad de alzhéimer», afirma el Dr. Rafael Arroyo. Esta misma esperanza es la que tienen Jabier Sobejano y su mujer: «Esperamos llegar a tiempo de algún tratamiento, pero si no, esperamos que aparezca, por lo menos para que le sean útiles a los futuros pacientes».

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