Acreedores comunes son el último escalón en prelación de pago
Entre los acreedores hay diversos sentimientos entre impotencia, resignación, inconformidad y enojo
Pagará con la venta de la empresa sólo a los acreedores que alcance en la lista de prelación donde los comunes están en último lugar.
Al ser los acreedores comunes el último escalón en la prelación de pagos de Altos Hornos de México, la posibilidad de recuperar su dinero es mínima, además de extinguir el derecho de un nuevo reclamo legal.
De acuerdo al juicio de AHMSA, expediente 19/2023 del Concurso Mercantil, son mil 672 acreedores comunes reconocidos con una deuda firme de 40 mil 393 millones de pesos (más de 2 mil millones de dólares).
Realidad. El monto en que venderán la empresa, declarada en quiebra, será determinante para ver si alcanzan a pagar a los acreedores, manifestó la abogada Rosario Rocha, representante de varios empresarios con montos entrampados en el proceso.
Rocha enfatizó que los empresarios no tienen otra posibilidad de reclamo de su dinero, debido a que están hechos los trámites legales en el Concurso Mercantil y si ingresa dinero suficiente con la venta, les pagarán, de lo contrario, quedan fuera.
“Si ya la empresa no tiene dinero ellos están en el desamparo porque se extingue este derecho que se tenía por imposibilidad de dar cumplimiento a esta obligación legal”, detalló la abogada en el tema AHMSA.
Orden. Quienes están en primera fila para ser liquidados en la quiebra de Altos Hornos son los trabajadores y después, conforme a la prelación del pago, continúan con los acreedores privilegiados y finalmente los comunes, que agrupa a todos los prestadores de servicios como contratistas.
“Ya están hechos los trámites legales, que es la quiebra y lo que venda poco o mucho va a alcanzar a pagarle a los que estén en la fila y los que ya no se alcance desafortunadamente están en una situación de desamparo, porque se extingue este derecho que se tenía”, subrayó.
Resignación. Entre los acreedores hay diversos sentimientos entre impotencia, resignación, inconformidad y enojo, pues no precisamente se resignan a perder parte importante de su patrimonio y tienen algo de esperanza en que les puedan pagar algo de su dinero.
Mario Coria Roehll, presidente de Coparmex, externó que los acreedores han tratado de salir adelante pese a la descapitalización que los dejó Altos Hornos.
Muchos han vendido equipos, casas, terrenos y emigrado a otros estados y países a trabajar.
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