Abismo Negro tuvo una crisis de ansiedad y exigió al conductor que le permitiera descender de la unidad.
Abismo Negro fue uno de los grandes ídolos en la empresa Triple A, y aunque su final fue trágico es recordado con admiración
El camión con destino a la Ciudad de México atravesaba la oscuridad de las carreteras en Sinaloa cuando alguien a bordo gritó que lo dejaran bajar del camión. Andrés Palomeque exigió al chofer que le permitiera descender del vehículo, a pesar de que era de madrugada. Esa fue la última vez que alguien vio a Abismo Negro, luchador de la Triple A.
La tragedia llegó a la lucha libre mexicana el 22 de marzo del 2009, cuando Abismo Negro se dirigía a la Ciudad de México tras una función en Mazatlán.
El luchador tomó el camión a las 00:30 horas de ese viernes y algo sucedió en el kilómetro 190 de la carretera de Mazatlán a Tepic. Abismo Negro tuvo una crisis de ansiedad y exigió al conductor que le permitiera descender de la unidad. Nada le importo la oscuridad y la maleza que apenas alcanzaba a vislumbrarse en la zona.“Un grupo de luchadores se va a Monterrey y otro a Guadalajara, ahí empezó a decir que veía al diablo, en plena madrugada, en el espesor de la noche. Entonces le dice al chofer que pare el camión. Abrieron la puerta, Andrés salió corriendo. Al siguiente día con claridad de día encontraron el cadáver”, relató Arturo Rivera en su canal Rudovisión.
Abismo Negro entró a un desnivel y en el puente de la carretera México 15, a la altura de la empresa Citrofut perdió la vida al caer al agua y quedar atrapado en el fango. Minutos antes, Andrés Palomeque se comunicó con su esposa, en un mensaje de texto le dijo que estaba perdido en un cerro.
La familia del luchador se comunicó con Vicente Martínez, promotor de lucha libre en Mazatlán y el encargado de comenzar la búsqueda.
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