El Mallorca tiene un problema en casa. Al equipo de Javier Aguirre le cuesta transformar la superioridad de su juego en el marcador cuando juega ante su público.
Y el partido ante el Celta da buena cuenta de ello. El equipo bermellón pasó por encima del equipo de Rafa Benítez, pero fue incapaz de asegurarse la victoria en un encuentro en el que tuvo suficientes oportunidades como para llevarse los tres puntos.
La mayoría de partidos en casa acaban en empate. Están abonados a las tablas. Después de diez choques en el Estadi Mallorca Son Moix, ha ganado dos veces, ha empatado siete y ha perdido uno, que fue el primer partido jugado en casa ante el Villarreal. Pero no solo es un problema de gol. La temporada pasada el equipo de Javier Aguirre consiguió cuatro puntos más en su feudo marcando un gol menos y encajando dos tantos menos que este curso después de los mismos partidos.
La mayoría de goles llegan en el primer tiempo
Tras el descanso, el Mallorca solo ha conseguido marcar en un partido ante su público. Esta es la principal diferencia con respecto a la temporada pasada, ya que cinco de sus ocho goles llegaron en el segundo tiempo. En esta edición de LaLiga, el equipo de Aguirre solo ha marcado una vez después de la vuelta de los vestuarios y sirvió para amarrar la segunda victoria en casa ante el Osasuna. Siete de los nueve marcados en casa han llegado en el primer tiempo.
Los jugadores que salen del banquillo tampoco suman. Ningún futbolista que ha entrado desde la banqueta ni ha marcado un gol ni ha agitado el encuentro creando ocasiones claras de gol. Partidos como las visitas del Cádiz, Alavés y Celta son un ejemplo de ello. El equipo necesita más claridad y surtir de balones a los delanteros, sobre todo en las segundas partes.
Sergi Darder está desaparecido en combate. Todavía no ha encajado en el equipo y cuando sale no aporta luz. Y Amath y Llabrés, los únicos extremos de la plantilla, juegan poco. El senegalés porque ha desaprovechado las muchas oportunidades que Aguirre le ha dado, en cambio el canterano ha tenido pocas ocasiones de demostrar su valía en la élite. Solo ha jugado una vez más de treinta minutos seguidos en LaLiga esta temporada. La falta de victorias en casa no solo es una cuestión de eficacia sino también de segundas partes.