El Newcastle, más efectivo, consiguió este domingo una valiosa victoria frente al Tottenham en un partido en el que, pese a estar bajo el dominio del conjunto londinense durante gran parte del encuentro, logró imponerse inesperadamente con un gol de Jacob Murphy que Aleksander Isak convirtió en el definitivo 2-1 en el minuto 78.
Ese gol, junto con las cruciales paradas de Nick Pope en los momentos de mayor presión del Tottenham, marcaron la diferencia para mantener al Newcastle en ventaja y provocar la primera derrota de la temporada para el equipo dirigido por Ante Postecoglou, cuya falta de eficacia fue un factor determinante.
El Newcastle se adelantó primero con un gol de Harvey Barnes en el minuto 37. Sin embargo, antes y después de ese tanto, el Tottenham dominó con posesiones de alrededor del 70 por ciento, más oportunidades, más remates y suficientes méritos para sentirse merecedor del triunfo, tanto cuando igualó el marcador como en los momentos posteriores.
El empate llegó con un desafortunado autogol de Dan Burn, quien en un mal despeje envió el balón a su propia portería tras un remate de Brennan Johnson que Nick Pope apenas había logrado desviar. El portero había cometido un error previo al dejar un rebote en un disparo de Maddison que parecía controlable. Esto sucedió en el minuto 54.
A partir de ahí, el Tottenham continuó generando ocasiones, pero se encontró una y otra vez con las intervenciones de Nick Pope. De repente, la defensa londinense quedó expuesta: un desmarque de Jacob Murphy y un pase preciso de Joelinton rompieron su línea defensiva cerca del mediocampo. Murphy corrió sin oposición y asistió a Isak para marcar. Minuto 78.
En ese momento ya había regresado Sandro Tonali a la Premier League, diez meses después de su sanción por apuestas. El centrocampista italiano entró al campo en el minuto 68, recibido con pancartas de apoyo y aplausos del público. Ya había vuelto a jugar tres días antes en la Copa de la Liga.