Dak Prescott guió a la victoria sobre los Giants, lo que le dio un récord de 6-3 en la NFC Este.
Para gigante, Dak Prescott. Si hay un equipo que le tiene que decir 'papá' al mariscal de campo de los Cowboys, esos son los Giants. Ayer, el #4 volvió a lucirse ante su víctima favorita, a quien le ha ganado 12 veces, y se lució con un póquer de pases de anotación para llevar a Dallas a su sexta victoria de la campaña.
Los Cowboys (6-3) se repusieron de la caída ante los Eagles y se mantienen en la pelea por la División Este de la Conferencia Nacional, luego de pasear en casa ante un pésimo rival que no se presentó al AT&T Stadium, luego de una paliza de 17-49, lo que -inexplicablemente- volverá a ilusionar a cada aficionado del Equipo de América.
Dak Prescott ya se prendió: en los últimos tres juegos acumula 17 pases de anotación y ayer se lució con 4, pese a tener una intercepción y estar en riesgo de otra. Cerró con 404 yardas por aire, tras 26 pases correctos y 35 intentos.
La elección más fácil de todas: TODO EL CUADRO DE LOS GIANTS. Pese a que no es un mariscal de campo ni de cerca de élite, Daniel Jones es mucho mejor que Tommy DeVito, quien no pesó y solo lanzó para 86 yardas; sí tuvo un par de pases a las diagonales, pero también fue interceptado; tuvo 14 espirales buenas en 27 intentos.
El mariscal de campo del Equipo de la Estrella Solitaria se tronó hace dos años y desde ese momento no ha vuelto a ser el mismo. Sin embargo, ayer se arriesgó y pisó el acelerador en un par de ocasiones, una de ellas hacia las diagonales de Nueva York. Cerró la tarde con 17 yardas en las trincheras.
La defensiva de los Cowboys tuvo una tarde de campo en casa ante los minúsculos Gigantes. Esto le abrió la puerta a la ofensiva comandada por Dakota Prescott, quien se dedicó a lanzar como si estuviera en una práctica, mientras que los corredores sumaron 169 yardas terrestres, con tres anotaciones en sus libros.
Mike McCarthy dejó libre a su equipo y cada uno de los hombres de los Vaqueros movieron las cadenas a la ofensiva y evitaron cualquier tipo de susto a la defensiva. El juego contra Nueva York no debe de ser más que un calentamiento para lo que viene para Dallas, quienes la semana que vienen se miden a Carolina.
