Una jugada se llevó los reflectores para los Chiefs la semana pasada, pero lo único que hizo fue evidenciar las frustraciones palpables en Kansas City.
En los buenos momentos, todos nos agarramos de la mano y sonreímos.
En los malos momentos, sale a relucir el verdadero carácter.
Los Kansas City Chiefs parecían haber pasado al frente ante los Buffalo Bills, tras un pase de Patrick Mahomes a Travis Kelce, quien luego lanzó un pase lateral a Kadarius Toney, para anotar lo que parecía un touchdown espectacular para Kansas CIty.
Sin embargo, fiel al estilo de esta temporada, había un pañuelo amarillo en el campo.
El propio Toney estaba claramente formado en offside, y los Chiefs eventualmente perdieron el partido.
En un abrir y cerrar de ojos, los Chiefs pasaron de la algarabía a la desazón.
"Es una vergüenza que una jugada así defina un partido", sentenció el entrenador en jefe, Andy Reid, en conferencia de prensa. "El oficial ni siquiera le avisó a Toney antes de la jugada".
Yo soy el primero en decir que los oficiales han tenido una muy mala temporada y que algo debe cambiar en la liga, pero sinceramente, no hay muchos offsides más claros que este de Toney.
Y estoy seguro que Reid sabe que los oficiales no tienen la obligación de avisarle nada al jugador, aunque si el receptor abierto hubiese consultado al oficial, por supuesto que le hubiese dicho que tenía que dar un paso hacia atrás.
Mientras tanto, Patrick Mahomes estaba que ardía en las laterales, y se llevó ese enojo al saludo con Josh Allen a la mitad del campo.
Al saludar a Allen, en lugar de felicitarlo, le dijo, "Esa decisión fue una burla". (Utilizo un sinónimo para la palabra final de la oración y así no repito la mala palabra que el mariscal empleó).
Si me preguntan a mí, completamente fuera de lugar, y desde entonces Mahomes se ha disculpado.
Puedo entender las frustraciones, pero Allen no tiene nada que ver, y cuando los Bills en su momento perdieron en los últimos 13 segundos ante los Chiefs, Allen lo manejó como todo un profesional.
Aquí va un concepto novedoso para los Chiefs: ¿Qué les parece si en lugar de apuntar el dedo buscando culpables, se ven al espejo, y hacen un poco de autocrítica?
Toney claramente estaba en offside, y no hay que culpar a nadie más que a ustedes mismos.
Y las palabras tanto de Reid como de Mahomes, creo que son más una señal de acumulación de frustraciones que otra cosa.
La realidad es que la falta de atención al detalle de sus receptores abiertos, que han dejado caer 33 pases este año, ha sido un problema durante todo el año.
Contra los Philadelphia Eagles, Marquez Valdes-Scantling dejó caer un touchdown sencillo que hubiese puesto a Kansas City al frente cuando quedaba 1:45 por jugar.
En la primera semana de la temporada, Toney dejó caer un pase que terminó en intercepción retornada para touchdown y eventual derrota ante los Detroit Lions.
Skyy Moore dejó caer un touchdown en el último cuarto de la derrota ante los Denver Broncos.
Quizás los Chiefs pecaron y cometieron el mismo error que todos nosotros: pensar que sin importar a quién le pongas alrededor, Patrick Mahomes haría brillar a sus receptores.
Y este no es un problema nuevo, pero la mayoría de nosotros pensaba que eventualmente Mahomes iba a solucionar el problema.
La realidad es que eso no ha sucedido, y es especialmente frustrante para Mahomes y los Chiefs, considerando que su defensiva no ha jugado nunca tan bien como lo está haciendo este año durante la Era Steve Spagnuolo.
Es irrefutable que los Chiefs echan de menos a Tyreek Hill, dado que a su ofensiva le cuesta ser vertical, y carecen de ritmo y cohesión.
Por supuesto que todavía pienso que Kansas City será protagonista esta temporada, pero no se puede tapar el sol con un dedo, y hay que admitir que existe un problema.
Sobre todo cuando la evidencia histórica nos muestra que cuando le das una responsabilidad desproporcionada a un jugador, las cosas tienden a no salir bien. Y si no, pregúntenle a Buffalo.
