Los satélites en órbita terrestre detectaron el sábado una llamarada solar de clase X, la clase de estallidos de radiación electromagnética más potente que puede producir nuestra estrella anfitriona.
Según Spaceweather, la fulguración de tipo X1.1 tuvo lugar a las 15:48 UTC y brotó de la mancha solar AR3217, disparando un pulso extremo de radiación ultravioleta que ionizó la parte superior de la atmósfera de la Tierra.
La llamarada solar, una liberación intensa de radiación electromagnética en la cromosfera del Sol, causó un fuerte bloqueo de radio en el continente sudamericano. Radioaficionados, aviadores y navegantes sufrieron interrupciones de hasta una hora en frecuencias por debajo de los 30 MHz tras el breve e intenso episodio.
La fulguración no duró lo suficiente para generar una eyección de masa coronal, pero un estallido que tuvo lugar cinco horas antes lanzó materia al espacio. Un filamento de plasma se desprendió de la superficie del Sol y alcanzó la Tierra el día de san Valentín a tiempo para generar intensas auroras en el Ártico.
Estos fenómenos anticipan más llamaradas por venir. Las llamaradas solares de clase X pueden alcanzar 10 veces el tamaño de la Tierra y producir tanta energía como mil millones de bombas de hidrógeno. La tormenta solar de 1859, conocida como Evento Carrington, se considera la más potente de la historia, y causó auroras en latitudes tan bajas como el sur de México, Cuba, Japón o China. La llamarada de clase X más potente jamás medida tuvo lugar en 2003 y se registró como una fulguración de clase X28 antes de saturar los sensores de las naves espaciales encargadas de medirlas.