Hoy, Nosotras te damos algunos tips para decir “no”.

¿Por qué decir que “no” se siente difícil?

La psicóloga social Vanessa K. Bohns le dijo al portal PsychCentral que en una revisión de investigación de 2016 se examinó la influencia de las personas sobre los demás: “Muchas personas aceptan cosas, incluso cosas que preferían no hacer, simplemente para evitar la considerable incomodidad de decir ‘no’“.

Por ejemplo, una serie de pequeños estudios publicados en 2014 encontró que, cuando se les preguntaba, muchas personas accedían y cometían actos consideradospoco éticos, como decir una mentira piadosa o destrozar un libro, incluso cuando sentían que estos actos se percibían como incorrectos.

“Como criaturas sociales que quieren ser parte del rebaño, también queremos preservar nuestras relaciones. Entonces, podemos decir que sí porque no queremos que se nos considere difíciles”, dijo la doctora Emily Anhalt, psicóloga clínica, a PsychCentral.

De igual forma, la doctora Nicole Washington mencionó al mismo portal que a veces simplemente “no queremos decepcionar a un buen amigo o herir los sentimientos de alguien”.

¿Otra razón por la que el “sí” brota de nosotros? Nuestro pasado.
Emily Anhalt mencionó que, mientras crecías, es posible que no hayas aprendido a defenderte a ti misma.

“También es posible que digas que sí porque deseas profundamente ayudar. Pero olvidas que tu capacidad para satisfacer las necesidades de los demás no es un pozo sin fin”, apuntó Anhalt.

Tips para decir “no”

Es difícil empezar de un día para otro a decir “no”, pero puedes implementar cambios de poquito en poquito. Sigue estos consejos para comenzar.

1. Cambia tu “no” por “más tarde”

De acuerdo con un artículo de Science of People, si recién estás comenzando no tienes que saltar directamente al “no” y contestar así, en seco.

Decir que “no”, puede ser difícil. Pero, ¿decir “después”? Más fácil.

No necesariamente se trata de evadir las cosas, pero sí hay solicitudes a las cuales puedes darle un “no” oculto. Elabora tu respuesta predeterminada, algo así como : “Déjame comunicarme contigo”. Aquí entra el famoso “yo te aviso”.

Aquí hay algunas frases de bolsillo que puedes usar para extender tu “no” las primeras veces que quieras negarte a algo:
• “Déjame revisar mi agenda y te llamaré más tarde”.
• “Déjame preguntarle a mi pareja/hermana/mamá si tenemos algo que hacer más tarde”.
• “¡Buena sugerencia! Déjame pensar en eso primero y luego te respondo”.

Si estás en el trabajo, pídele a las personas que te envíen un mensaje de texto o un correo electrónico con su solicitud para que puedas comunicarte con ellos.

Una vez que te envíen un seguimiento, es mucho más fácil enviarles una respuesta cortés diciendo que no puedes aceptar su solicitud. Se sentirá más fácil porque no tuviste que decir “no” rápidamente.

2. Decir “no” al plan, mas no a la persona

Esto aplica para las invitaciones a salir. De acuerdo con Harvard Business, tú no estás rechazando a la persona, solo estás declinando su invitación. Deja eso muy claro. Probablemente a esa persona la respetas o la admiras por determinado trabajo que está haciendo, o reconoces su pasión y empatía.

Tampoco tienes que forzar ese agrado: si no te agrada la persona que te invitó a salir, de todos modos déjale en claro que no es por él o ella, sino por determinada circunstancia.

3. Ensaya tu “no”

Desafortunadamente, es posible que no siempre tengas el lujo de decirle que “no” a alguien por mensaje de texto o correo electrónico, ni tampoco vas a poder retrasar tu respuesta.

A veces, estas invitaciones o solicitudes ocurren espontáneamente y en persona, y requieren una respuesta inmediata. Para prepararse para estas situaciones, es útil ensayar tus “no” de antemano.

• “Muchas gracias por la invitación, pero realmente estoy tratando de concentrarme en mi trabajo estos días, así que tendré que decir que no”.
• “De hecho, tengo mucho trabajo en este momento, así que no puedo ayudarte aquí. ¡Sin embargo, aprecio que hayas pensado en mí! Buena suerte para lograrlo”.
• “Lo siento, pero me dije a mí misma que realmente tengo que ir al gimnasio esta noche. De hecho, prometí ir al gimnasio constantemente, así que llegué a mi resolución de Año Nuevo. Espero lo entiendas”.

Si tienes miedo de parecer robot, es útil ensayar estas líneas frente a un espejo y, por supuesto, adaptarlas con cosas que tú digas normalmente.

4. Ofrece una alternativa

A veces, te gustaría decir que sí, pero el momento no es el adecuado. O hay alguna otra razón por la que no puedes aceptar. Por ejemplo, hay días en los que te gustaría ayudar a una compañera en el trabajo, pero simplemente no puedes porque tú también estás atorada con algo.

Si ese es el caso, la doctora Nicole Washington sugirió a PsychCentral ofrecer una alternativa con la que te sientas cómoda (y una que satisfaga tus necesidades).

• “Me siento honrada de que quieras que yo sea parte de tu proyecto. Desafortunadamente, mi agenda está muy ocupada. Si podemos retrasar la fecha de vencimiento unas semanas, estaría feliz de participar”.
• “Lamento mucho que lo estés pasando tan mal. No puedo quedarme todo el fin de semana, pero estoy libre en este momento. ¿Cómo puedo apoyarte ahora?”.