De acuerdo con la ONG, las primeras 72 horas tras la catástrofe natural son críticas. Por lo que es una carrera contra el tiempo para conseguir refugio, suministros médicos, agua y alimentos.
Save the Children, Organización No Gubernamental (ONG), indicó que el tiempo se agota para ayudar a los niños que se encuentran en las ciudades afectadas por el terremoto de magnitud 7.8 que sacudió a Turquía y Siria.
De acuerdo con la ONG, son críticas las primeras 72 horas después de la catástrofe natural, por lo que es una carrera contra el tiempo para conseguir refugio, suministros médicos, agua y alimentos para los infantes, que son los más vulnerables.
Las imágenes de niños y adolescentes que se encuentran bajo los escombros son desgarradoras, y tanto las gélidas temperaturas como los daños en carreteras y aeropuertos del país dificultan que los brigadistas lleguen a apoyar a los afectados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), señaló que los sismos podrían afectar a 23 millones de personas, entre ellas 1.4 millones son niños.
Sin embargo, el recopilamiento de insumos de emergencia, no es lo que más preocupa al organismo, ya que, alertó que de no ser atendidos corren riesgo de ser separados de sus familias exponiéndolos a sufrir explotación y abusos.
“Mantener a las familias unidas en este tipo de crisis es fundamental para su seguridad, protección”, indicó la organización a través de un comunicado.
Save the Children agregó que el saneamiento en los refugios temporales es también una prioridad creciente, ya que sin agua potable ni letrinas se propagarían rápidamente enfermedades transmitidas por el agua, que son mortales para los niños.
Piden ayuda internacional
La Coordinadora del Equipo de Respuesta de Emergencia de Save the Children Turquía, Berna Koroglu, detalló los niños necesitan apoyo psicológico de primeros auxilios luego de que han visto cómo se derrumbaban sus casas y sus escuelas, por lo que pidió ayuda a la comunidad internacional para apoyar a los trabajadores humanitarios locales.
"He conocido a personas que han vivido experiencias traumáticas debido al terremoto. He hablado con padres que siguen esperando reunirse con sus hijos e hijas que se encuentran bajo los escombros. Por otro lado, hay muchos otros niños, niñas y adolescentes que están siendo rescatados regularmente, dijo.
Ambos siniestros han azotado zonas donde familias ya se enfrentaban a enormes retos, muchos de ellos fueron desplazados por 12 años de enfrentamientos armados entre el Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) y el Estado sirio.
Por su parte, la directora de Promoción, Medios y Comunicación de Save the Children Siria, Kathryn Achilles, ha declarado que las bajas temperaturas han complicado desde años anteriores la vida en los campos, por lo que la gente dependía de ayuda humanitaria para sobrevivir. No obstante, tras el siniestro las temperaturas son más insoportables para los habitantes.
“Este invierno ha sido terriblemente frío, y las tiendas de campaña ofrecen poco consuelo contra el mal tiempo. Nuestros socios nos dicen que el terremoto ha hecho aún más insoportable una mala situación: sin ayuda, la gente no puede alimentar a sus hijos e hijas. Necesitan ayuda urgentemente", puntualizó.
Desde el 8 de febrero, el equipo de respuesta a emergencias de Save the Children Turquía está respondiendo a las necesidades de los niños y familias afectadas que residen actualmente en instalaciones temporales, como centros deportivos, proporcionando comidas calientes en varios puntos de Hatay y Türkiye.
La ONG está apoyando a sus socios en el noroeste de Siria para entregar raciones adicionales listas para comer, tiendas de campaña, kits de emergencia, retirar escombros, así como ofreciendo asistencia a los centros de salud con suministros médicos y combustible.
