Una de las costumbres de Google durante celebraciones, días festivos o por motivo de la conmemoración de una figura histórica (ya sea de un país en particular o del mundo), es el cambio de su logo original en el buscador por un “doodle”, un dibujo o ilustración que haga referencia a un evento o día especial.
Lo curioso es que este sábado Google sorprendió a sus usuarios con la conmemoración de uno de los platos típicos de Gran Bretaña más populares a nivel mundial: el scone.
¿Qué son y cuál es el origen de los scones que homenajea Google?
Aunque no se sabe a ciencia cierta cuándo fueron creados, se considera que el 10 de junio de 1657 empezaron a ofrecerse como parte del conocido “afternoon tea”, que significa té de media tarde en español.
Los scones son una especie de pan dulce en miniatura que se consume a la hora de la merienda. Los scones “más tradicionales” suelen llevar pasas, aunque es fácil encontrar “plain scones” para los detractores de las mismas. Normalmente, este dulce se consume con manteca y mermelada o crema y mermelada.
Hay quienes aseguran que se debe comer primero con mermelada para dejar que el sabor afrutado penetre en el pan antes de mezclarlo con la crema. Esto varía dependiendo de la región del Reino Unido. En Devon, Inglaterra, es normal que se los separe, mientras que en Cornualles se suele ir más por la primera opción.
La historia de los scones se remonta a siglos atrás, cuando el acto de hornear pan plano era común en las culturas celtas y escocesas. El término “scone” tiene sus raíces en la palabra escocesa “sconb”, que significa “un trozo de pan”.
Los primeros scones, parecidos a panqueques gruesos y redondos, se horneaban sobre piedras calientes y eran consumidos por los escoceses como una comida básica.
A medida que pasaban los siglos, los scones evolucionaron y se adaptaron a los gustos y técnicas de horneado de la época. De acuerdo a lo publicado por el sitio Rubinero, especializado en pastelería; durante la Edad Media, los scones comenzaron a prepararse con harina de trigo, que era un ingrediente más accesible. El uso de levadura, como la levadura de cerveza, se hizo popular, lo que resultó en scones más ligeros y esponjosos.
En esa época, la nobleza británica también adoptó los scones, convirtiéndolos en una exquisitez de lujo reservada para ocasiones especiales. Servidos con mantequilla y mermelada, los scones comenzaron a ser un elemento indispensable en los banquetes reales y las fiestas aristocráticas.
Fue en el siglo XIX cuando los scones se convirtieron en parte integral de la famosa tradición británica de la hora del té. La Duquesa de Bedford, Anna, se le atribuye la popularización de esta tradición. A principios del siglo XIX, las comidas eran escasas entre el almuerzo y la cena, y la duquesa sentía hambre durante la tarde. Para satisfacer su apetito, comenzó a pedir porciones de té acompañadas de scones, mermelada y crema, creando así la hora del té.
