El departamento de Seguridad en Texas, mantiene paradas las exportaciones e inspecciones, transportistas están al borde del colapso
Una ‘tormenta perfecta’ formada por el cierre del puente “Libre” a las exportaciones e importaciones, las fallas en el sistema de la Aduana mexicana y el regreso de las revisiones exhaustivas del Departamento de Seguridad de Texas, mantienen al comercio exterior en esta frontera al borde del colapso.
El puente Córdova-de las Américas fue cerrado al transporte de carga luego de que Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos reasignó sus recursos humanos y físicos al procesamiento de migrantes.
Esto ocasionó que mil 500 tráileres los que no alcanzaron a cruzar ayer por el puente Zaragoza, donde se formó una fila que dio vuelta en la Francisco Villarreal, hasta la altura de Las Aldabas, como nunca antes, lo que generó embotellamientos en la zona.
Ante la contingencia, Ferromex anunció la suspensión de sus operaciones en trenes de carga en las rutas que más frecuentan los migrantes para llegar a esta frontera.
El cierre del puente “Libre”, las fallas intermitentes en el sistema de la Aduana mexicana.
Y ahora el regreso de las revisiones exhaustivas por parte del Departamento de Seguridad de Texas, mantienen al comercio exterior en esta frontera al borde del colapso.
Solo el lunes fueron alrededor de mil 500 tráileres los que no alcanzaron a cruzar a Estados Unidos por el puente Zaragoza, por la caída del sistema de la Aduana Mexicana, estimó Manuel Sotelo Suárez, presidente de la Asociación de Transportistas de Ciudad Juárez.
Los tres elementos que afectan principalmente a la industria maquiladora local y resto del estado, principales exportadores, fueron calificados por el presidente de Index Juárez, Sergio Colín, como una “tormenta perfecta”.
Las revisiones mecánicas del CBP iniciaron a las 7:00 de la mañana de ayer, por orden del Gobierno del Estado de Texas, indicó.
“No sé si recuerden que unos cuantos meses atrás tuvimos esas revisiones y tuvimos el caos total, ahorita les digo que ese caos ya está”, expuso.
Ayer, el tiempo estimado para que cada tráiler fuera procesado, fue de 40 a 50 minutos, si se multiplica por los aproximadamente 3 mil 900 cruces diarios de exportación, se estimaba que una gran cantidad de ellos no alcanzarían a cruzar.
“Esto va a ser un cuello de botella que nos va a afectar bastante si no es resuelto lo más pronto posible”, sentenció.
