El proceso educativo de los mexicanos no deberá determinarse por un libro de texto con cierta ideología.
El Obispo Hilario González García destacó que el libro de texto es un instrumento que no va a determinar el proceso educativo, por ello, la importancia del acompañamiento del maestro y los padres de familia, quienes tienen más capacidad para la enseñanza de las nuevas generaciones.
Destacó que hay un comunicado de los obispos de México invitando a padres de familia y docentes recordar que el libro es un instrumento y no va a determinar el proceso educativo, que los papás se involucren y estén alertas y a los directivos decirles que sepan conjuntar lo académico y el proceso educativo para que sea constructivo de personas íntegras.
Libros son de apoyo. El Obispo reiteró que el libro de texto es un instrumento y los maestros tienen más capacidad para que, si hacen falta más matemáticas, lo incluyan en su enseñanza.
La afectación o no de lo que dice actualmente los nuevos libros de texto a repartir en el país, agregó, va a ser en la medida en que "lo permitamos", y por ello, la propuesta es que estén atentos para educar bajo el adoctrinamiento a que se quiere dirigir a los estudiantes.
"Esta película ya la vimos hace 50 años, nos tocó ese cambio, en la época de Luis Echeverría, se hablaba de una deficiencia en la educación, que los libros de texto traían ideología, antes era el neoliberalismo, ahora es esta ideología (Cuarta T), por eso que la comunidad educativa, que son los directivos, maestros, padres de familia estén dialogando y estén más en sintonía en dar la educación que queremos para los futuros mexicanos", sostuvo.
La decisión ahora está en el poder judicial y se espera que tenga la autonomía necesaria para tomarla, agregó.
Transición. El Obispo de la Diócesis de Saltillo estuvo en la parroquia San Francisco de Asís, en el sector El Pueblo, para entregarla al nuevo sacerdote, Fray Octavio Raúl Brambila Cárdenas, quien estará como encargado de la comunidad de fieles.
Informó que actualmente entraron 16 jóvenes en la preparación del sacerdocio, desde la preparatoria, una cifra que es un poco más que el año pasado, que fueron 12. Y esa alza les da esperanzas de que puedan continuar sin declinar para llegar hasta la última etapa que es lo teológico.
En dicha etapa están entre 7 y 8 seminaristas, ya para ordenarse, de 50 que siguen como seminaristas. Son un promedio de 8 a 10 años para que una persona esté preparada y sea ordenada sacerdote, comentó.
Familias de obreros. Respecto de la situación de AHMSA y sus trabajadores, el Obispo dijo que a través de las diversas iglesias o parroquias se les ha brindado apoyo espiritual, pues hay que reconstruir la esperanza, la vida, la familia, la sociedad, para que las relaciones de las familias prosperen
Aclaró que las situaciones difíciles como los divocios que posiblemente se han intensificado, por falta la falta de recursos, paciencia y otros se está dando después de la pandemia y no sólo por el caso de AHMSA, deben tratar de sortearse con comunicación, acercamiento y hermandad. "Tranquilos, hay que confiar en Dios, hay que acercarse al Señor y encontrar la paz".
