Cruz Roja es la institución más preparada a nivel internacional para brindar servicios prehospitalarios.
Ser socorrista es tener el corazón lleno de amor, la sangre llena de valentía y el cuerpo siempre frío para enfrentarse a la muerte y hacer todo lo posible para ahuyentarla, así es María Martha de la Rosa Morales, quien por 17 años ha prestado su vida para salvar la de los demás, hoy en Cruz Roja ella celebra trabajando el Día del Socorrista.
¿Cómo nació el amor por ti para quedarte en Cruz Roja?
Desde que inicié en Cruz Roja hace 17 años me gustó mucho la labor que realiza, no solo los servicios de emergencia, sino también la labor humanitaria ante situaciones de desastres naturales, apoyo a la comunidad en general en entrega de despensas, artículos del hogar, cobertores, etc. Cruz Roja no es solo ambulancias como la mayoría lo conoce, por eso al conocer todo lo que engloba nació ese amor a la camiseta.
¿Cómo se ha forjado tu carácter para siempre estar disponible ante una emergencia?
Fue poco a poco, conforme pasa el tiempo y ante todas las circunstancias que se te presentan, vas tomando carácter y sobre todo experiencia y eso te ayuda a poder saber cómo actuar en cada servicio.
¿Qué es lo más satisfactorio de tus turnos como socorrista?
Cada turno es diferente, cada servicio que atendemos es un nuevo desafío, a veces divertido, a veces pesado, pero siempre satisfactorio de poder hacer lo que nos gusta, ayudar a quien lo necesite.
¿Qué has sacrificado por esta labor?
Creo no es tanto sacrificio, pero, pues la familia, pasar un poco más de tiempo en Cruz Roja, oh cuando se llegue a presentar alguna emergencia mayor, tener que acudir a deshoras para apoyar, al principio era difícil ya con el paso del tiempo la familia te apoya.
¿Ahora con un hijo, como le haces en rolar tu vida laboral con la personal?
Mis turnos son de 8 h diarias, procuro el resto del tiempo estar con mi familia, convivir, salir a pasear, tener tiempo de calidad con ellos, trato de no descuidar esa parte, ya que mi hijo es pequeño.
¿Has pensado alguna vez en dejar la Cruz Roja?
Hace 2 años cuando inició la pandemia, sí, creo que fue tanto estrés de contagios, muertes, enfermedad, que estuve a punto de salirme más que nada por miedo.
¿Crees que hace falta de más personas que tengan el valor, amor y compromiso para ser socorristas?
¡Claro que sí! Aquí las manos no sobran, al contrario, siempre faltan manos dispuestas ayudar sin recibir nada a cambio.
¿Cruz Roja es la institución a nivel nacional mejor equipada, sientes que haga falta algo para que los socorristas puedan trabajar mejor?
Así es, cruz roja es la institución más grande y reconocida a nivel internacional no solo por su equipo sino por su capacitación, quien entra a Cruz Roja y conoce su lema, su labor, se enamora de esa cruz y difícilmente puede dejarla.
¿Aunque suene fuerte, esta labor te ha llevado a estar cerca de la muerte?
Desgraciadamente, sí, el riesgo, la verdad está presente todos los días, hasta en lo más mínimo como una discusión que puedan golpearnos, algún accidente automovilístico y recientemente con la pandemia de COVID que por desgracia me contagié 2 veces y la última fue muy fuerte, estuve delicada e internada en la clínica 7 del IMSS, pero bendito Dios aquí seguimos al pie del cañón ayudando a la gente.
De manera permanente, la Cruz Roja mantiene cursos para las personas interesadas en convertirse en socorristas.
Pero lamentablemente son muy pocos los que logran consolidarse como socorristas preparados profesionalmente.
María Martha fue una de las personas que estuvo internada por más de 15 días en la clínica 7 del IMSS, con un estado de salud bastante grave al contagiarse de Covid, cuando el epicentro de la pandemia se concentraba en Monclova, pese a todo pronóstico pudo salir adelante y con rehabilitación se reincorporó a su vida, meses después a la Cruz Roja para seguir prestando sus servicios como socorristas con diversos estudios como la licenciatura en Enfermería y además Técnico en urgencias Médicas, un curso que se puede tomar en Cruz Roja.
