El fútbol de la Real Sociedad, que volvía a contar con David Silva, sigue desdibujado y por tercer partido consecutivo tropezó en su campo y puso en riesgo su tercera plaza en la clasificación, incapaz de superar a un Cádiz muy bravo que sigue la línea de mejora que marcó la pasada jornada ante el Rayo Vallecano y se llevó un punto de forma justa.
Los donostiarras dieron continuidad en la primera mitad a sus deficientes actuaciones de los últimos encuentros, su juego fue previsible sin un Silva que esperaba su ocasión en el banquillo tras un mes lesionado y el Cádiz vivió un primer tiempo muy plácido.
Merino había inquietado en los primeros minutos con un cabezazo intencionado la meta de Ledesma, Kubo y Brais Méndez trataron de coger el relevo con sus acometidas pero los ataques locales inquietaron entre poco y nada a la bien ordenada zaga del equipo andaluz.
HOMENAJE A IRIBAR
Remiro y Ledesma, de riguroso negro para la ocasión por el homenaje a José Ángel Iribar de esta jornada, no tendrían oportunidad de hacerlo con sus intervenciones ante la inoperancia ofensiva de ambos equipos, que se empeñaron en desgastar cualquier zona de hierba que no estuviera en las áreas porque los ataques rara vez acababan con lanzamiento a los tres palos.
La afición local empezaba a degustar el bocadillo previo al descanso cuando llegó en el minuto 45 la mejor ocasión de todo el período, en una acción conducida por Kubo en la que Oyarzabal jugó al despiste para ceder un balón claro a Carlos Fernández que envió su remate lamiendo el poste izquierdo de Ledesma con el Reale celebrando el tanto que no llegó.
IMPULSO DE SILVA
La segunda mitad, ya con David Silva sobre el terreno de juego, mejoró el juego de los vascos al tiempo que el equipo de Sergio González iba echándose atrás para defender un resultado que en las circunstancias clasificatorias de los gaditanos era oro puro y ahí llego la gran ocasión visitante, con un disparo al poste de Roger tras jugada individual que pudo cambiar todo el encuentro.
El golpe que recibió Fali en un encontronazo en un saque de esquina enfrió definitivamente el encuentro, el jugador gaditano estuvo muchos minutos atendido en el césped y, a pesar de los 11 de prolongación, el marcador no se movería porque las ideas de ambos conjuntos parecieron congelarse en la fría noche donostiarra.
