“Sólo opino que no estoy solo cuando escribo sólo con tilde... A mí me enterrarán con las tildes puestas, demostrativos pronominales incluidos, que ésa es otra”, decía el escritor Arturo Pérez-Reverte cuando le preguntaban por qué seguía escribiendo el adverbio sólo con tilde, a pesar de la recomendación de la RAE. Ahora, Pérez-Reverte dice haber ganado una vieja batalla.
¿Qué está pasando? Según el diario ABC, el pulso que ha enfrentado a lexicógrafos y escritores dentro de la Real Academia Española a lo largo de 13 años —la tilde en sólo y la recomendación de no ponerla nunca— se ha saldado con una nueva redacción de la norma que “la hará más clara”.
En pleno, la RAE ha decidido modificar el Diccionario Panhispánico de Dudas para aclarar que la tilde diacrítica es “optativa” en los contextos en los que, a juicio del que escribe, su uso “entrañe riesgo de ambigüedad”. Por ejemplo:
“Hoy he trabajado solo media jornada” ->¿En soledad o solamente?
“Hoy he trabajado sólo media jornada” -> Solamente.
La misma norma aplica a los pronombres demostrativos como éste, ése y aquél.
La tilde en sólo y los pronombres demostrativos ya era opcional desde la publicación de Nuevas normas de prosodia y ortografía en 1959, pero en 2010, los académicos de la RAE recomendaron no tildar nunca estas palabras. Más que nada porque los casos en los que puede haber confusión son raros y rebuscados, y pueden resolverse fácilmente cambiando la frase.
Sin embargo, la recomendación (énfasis en recomendación, porque nunca ha sido una norma), levantó ampollas en círculos intelectuales, incluso entre escritores que forman parte de la academia, como Pérez-Reverte o Javier Marías. Por eso ahora la RAE en pleno decide recoger cable y aclarar que la tilde diacrítica se puede usar a juicio del radactor, sólo si hace falta.