Si bien existen numerosas películas sobre el Holocausto que han tocado nuestros corazones de diversas maneras, es probable que vengan a tu mente títulos como "La vida es bella," "El niño del pijama de rayas," o "La lista de Schindler." Sin embargo, la película de la que hablaremos hoy es considerada una de las más desgarradoras en la historia del cine, ya que su impactante final sigue siendo igual de conmovedor 40 años después de su estreno.
Lanzada en 1982 como una adaptación de la novela homónima de William Styron, "La decisión de Sophie" plantea uno de los conflictos éticos más controvertidos que ha dividido a su audiencia. La historia se centra en Sophie (interpretada por Meryl Streep), una inmigrante polaca en Estados Unidos que sobrevivió a su experiencia en el Campo de Concentración de Auschwitz y ha pasado toda su vida guardando un terrible secreto. La película dirigida por Alan J. Pakula nos traslada al Brooklyn de 1947, dos años después del final de la Segunda Guerra Mundial, donde un ambicioso escritor llamado Stingo (Peter MacNicol) busca inspiración para su próxima novela mientras entabla relaciones con sus vecinos, Sophie (Streep) y su amante Nathan Landau (Kevin Kline), cuya relación enfrenta dificultades. A través de sus conversaciones con el escritor, descubrimos el oscuro pasado de Sophie, marcado por una decisión terrible.
La película aborda la resiliencia frente a traumas en situaciones adversas; no obstante, una vez que se revela el secreto de Sophie, la historia se torna profundamente conmovedora, dejando una huella imborrable en el cine y causando un fuerte impacto en la audiencia. El secreto que se devela es que la protagonista tuvo que tomar una dolorosa decisión en el campo de concentración, eligiendo entre la vida de uno de sus hijos, un reflejo de los horrores del Holocausto que la ha atormentado desde entonces.
La magnífica interpretación de Meryl Streep le valió su segundo Oscar y su primer galardón en la categoría de Mejor Actriz Principal. Sin embargo, fue la escena final la que hizo que la película fuera aún más conmovedora. Incluso la actriz admitió que se negó a repetir esa escena, ya que le resultó "extremadamente dolorosa y emocionalmente agotadora." De hecho, nunca había visto el desenlace de la película. Sin embargo, cuando fue invitada al programa de Oprah Winfrey, le proyectaron la escena, y su reacción dejó claro lo impactante que continúa siendo esta película."
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