Una inversión de 200mil pesos mensuales en alimento.
Enclavado en el sector Oriente de la ciudad, ubicado sobre la Avenida Río de Sinaloa, del Fraccionamiento 288, se encuentra el “Jumanji” más grande y diverso de todo Coahuila, el Ecoparque de Monclova.
El área natural que cuenta con un zoológico de 77 hectáreas de extensión con más de 200 animales de 36 especies, algunas de ellas en peligro de extinción, es único en su tipo en todo México y se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas del norte del país.
El Ecoparque es uno de los lugares de mayor orgullo de los monclovenses y es fácil entender por qué: No sólo tiene el zoológico más grande, sino que también cuenta con un lago con lanchas para pasear, un observatorio meteorológico, un mirador, juegos infantiles, áreas para practicar senderismo y ciclismo, además de otras para que las familias disfruten un picnic. A pocos metros de la entrada al Ecoparque inicia la aventura. Un grupo de imponentes felinos dan la “bienvenida” a los visitantes con un rugido que remonta a tierras salvajes.
Un león de 20 años, un tigre de 15 y otro de bengala de 10, causan asombro entre pequeños y grandes, acostumbrados a ver este tipo de espacies sólo en la televisión.
La razón por la cual este zoológico se ha mantenido a flote, es gracias al director Rafael González, quien se ha hecho cargo de las diferentes especies, en donde entrega su vida y los animales parecen responderle, pues se alegran con tan sólo escuchar su camioneta llegar.
Desmintiendo los mitos que se creía sobre la alimentación de los animales en ese lugar, Rafael expresa que la alimentación diaria de los animales es a base de frutas, verduras, piernas de pollo crudo, croquetas y pan con miel. “He visto que hacen muchos comentarios acerca de lo que se les da de alimento a los animales, quiero pedirles por favor que dejen eso atrás, nosotros tenemos una dieta balanceada para ellos, no les damos cualquier cosa, ellos ya están acostumbrados a comer nutritivo, no lo que todos especulan”, anunció Rafael González con un poco de molestia en su rostro, cansado de que señalen su manera de trabajar. Para muchos es poco creíble, pero para otros, el imaginarte un olor a miel en las jaulas de los osos, mientras están comiendo pan, croquetas, zanahoria y manzanas, es posible, debido a que muestran una postura divertida en donde dan un espectáculo para que se les dé una porción extra de miel.
Mientras que los felinos y reptiles se alimentan solamente de pollo, las aves, mamíferos rumiantes, herbívoros y homínidos se les ofrece un menú que consiste en una dieta balanceada de lechuga, manzana, zanahoria, alfalfa y cacahuate.
“A la changuita que tenemos aquí la alimentamos con uvas, fresas, manzana, lechuga, cacahuate, todos los días, si se nos olvida algo, no come hasta que lo llevemos completo”, dijo González.
Este zoológico fue tomado por el municipio a partir del 2020, cuando el patronato de la empresa Altos Hornos de México no podía hacerse más responsable debido a una crisis que impedía mantener a salvo a los animales, por lo que el municipio asumió toda la responsabilidad, por lo que en la actualidad, invierten más de 200 mil pesos al menos en solamente la alimentación de cada especie, pues se puede reflejar en el estado de ánimo y condiciones de salud de cada uno de los animales, siendo que la entrada al lugar es totalmente gratuito tanto para los ciudadanos, como para los foráneos. Sólo con observar la emoción de cada uno de los animales cuando González llega a sus jaulas, les dice “como están hermosas”, “buenos días”, “mira, te vienen a visitar, pórtate bien”, “mira, muéstrales tus crías tan bonitas que tienes”, y que ellos les corresponda, da una alegría indescriptible que te hace querer transportarte a ese lugar para formar parte de las personas que los alimentan.
El lugar se vuelve armonioso, pues entre las mismas especies se “avisan”, cuando Rafael y su equipo de trabajo llega para darles de comer, lo reciben con los “brazos abiertos”, con un ruido estridente en señal de agradecimiento por “el pan del día”. Sin olvidar el cuidado que tienen, pues tienen cada uno sus vacunas, además de ciertos medicamentos para que no se enfermen, pues asegura Rafael que a ellos también les puede dar la gripa, de esta manera, es por la que cada cierto tiempo traen a veterinarios para hacer chequeos generales de los animales, en especial aquellas que están embarazadas o a nada de dar a luz a sus crías. Pero este lugar no se quedará así, pues el director comentó que se tiene planeado un intercambio con más especies, pues cuenta con una sobrepoblación de algunos animales que considera que estarían mejor en otros hábitats más grandes, y trayendo consigo algunos que se adapten a la vida divertida y en constante movimiento de Monclova.
