Jóvenes que no pueden completar los estudios de bachillerato, tienen que dejar la carrera trunca, por lo que solo llegan a secundaria.
Una variedad de factores han ocasionado que un alto porcentaje de adolescentes desde los 15 años busquen otras opciones para poder tener un certificado que les permita ingresar al mundo laboral, optando por instituciones que capacitan con cursos, que, en algún momento, han logrado abrir muchas más puertas que una carrera profesional.
La profesora Thelma de la Torre Arzola, directora del Centro de Capacitación para el Trabajo Industrial, comentó que uno de los objetivos de estos centros es que no se queden personas sin estudiar, pues hay un porcentaje, que es preocupante, de adolescentes y jóvenes que están desertando del bachillerato, por lo que el acceder a este tipo de cursos es poder brindarles una herramienta extra para su vida.
Incremento en la demanda. Detalló que en los últimos años se ha tenido una mayor respuesta de los jóvenes que no pueden completar los estudios de bachillerato, tienen que dejar la carrera trunca o bien no tienen la posibilidad de acceder a este nivel de estudios, por lo que pasan de secundaria directamente a los centros, lo cual ha generado que se esté incrementando la matrícula, resaltando que además los acuerdos de colaboración que hacen con otras instituciones educativas ayuda a que ellos mismos tengan una mayor competencia laboral, adquiriendo mayores habilidades, que son herramientas útiles para su vida, pues muchas de ellas pueden utilizarlas para convertirse en personas emprendedoras, poner su propio negocio, o bien les servirá como base para alguna carrera que decidan estudiar a futuro.
Otro punto importante a señalar sobre este tema, es que estos cursos no solamente están dirigidos a los adolescentes y jóvenes, sino que también se le da la oportunidad a personas adultas de poder acceder a la oportunidad de obtener un certificado, resaltando que afortunadamente el sistema, en este caso de los CECATI, es que el sistema es demasiado flexible, donde el único requisito que se pide es que tengan como mínimo 15 años cumplidos y que sepan leer y escribir, sin importar si la persona solamente tiene primaria o secundaria, pues no hay un límite para estudiar uno de estos cursos de capacitación.
Oportunidades laborales. De la Torre Arzola comentó que respecto a las oportunidades laborales de quienes deciden estudiar algún taller, estas son muy elevadas, pues quienes inician su capacitación tienen la opción de que no requerirán culminar el período de enseñanza, pues se han tenido casos donde a los dos o tres meses de iniciar sus estudios, logran de forma inmediata conseguir un empleo, pues lo que aprendieron fue suficiente para que se le diera la oportunidad o bien otro tanto decide comenzar su propio negocio, resaltando que siempre la sugerencia va a ser que terminen el curso completo, que va a ser una de las mejores opciones y prioritarias para que puedan contar con el certificado, destacando en este punto que hay personas que para aprovechar la oportunidad optan por inscribirse en dos hasta tres cursos más, lo que definitivamente le abre a un grado mucho más elevado la puerta laboral.
Circunstancias. Una de las mayores circunstancias para que un joven no pueda llevar a cabo una carrera universitaria es la situación económica, que definitivamente es uno de los mayores obstáculos por los que un joven no puede aspirar a una profesión, optando por buscar algo mayormente accesible o que le permita capacitarse mientras trabaja, asimismo otra cuestión que trunca estas aspiraciones es la poca disponibilidad que hay para acceder a vacantes sobre la profesión que desean estudiar, pues una de las contrapartes sobre ello es la desigualdad de oportunidades laborales, donde frecuentemente, quien logra obtener un título, termina laborando en otra área que en la que se especializó, optando por buscar otra forma de ganarse la vida y viendo las opciones de los cursos que se ofrecen en los centros para trabajadores, convirtiéndose en otro de los motivos por los que muchos no pueden acceder a las universidades.
Buscando otras opciones. Esmeralda, de 25 años, actualmente se encuentra desempeñando una labor de emprendedora, pues dentro de su domicilio inició hace 8 meses un pequeño espacio de aplicación de uñas, trabajo que por día logra dejarle una ganancia muy variada, la cual va desde los 300 pesos hasta los 1,200 por día, esta cifra presentándose más los fines de semana, "cuando terminé la carrera, porque soy Ingeniero Industrial, tenía una expectativa muy alta de poder conseguir empleo, pero a dos años de haber terminado todavía no he podido acceder a ese campo laboral, por lo que opte por un curso de uñas, sinceramente sentí decepción al inicio porque tenía la esperanza de poder tener un trabajo en el que además de disfrutar, porque me gusta iba a tener un sueldo muy bueno, con el que iba a proveer no solo para mí sino también para mis papás, luego vi la oportunidad de tomar el curso de uñas, me habían dicho que era muy solicitado y ahora que lo veo así es, ahora me gusta esto, si lo disfruto además me permite tener una flexibilidad económica muy buena, aunque hay días buenos y malos, pero nunca estoy sin trabajo".
