No fue extorsión, es una conducta fraudulenta cibernética, precisó el Fiscal respecto del incidente que sufrió el presidente del IEC.
Saltillo, Coah. - No se trató de una extorsión, más bien fue un intento de fraude cibernético, aclaró el Fiscal General del Estado, Gerardo Márquez Guevara, quien mencionó que ya se investiga el incidente que sufriera el Presidente del Consejo General del Instituto Electoral de Coahuila Rodrigo Germán Paredes Lozano.
Luego de precisar que la investigación contempla el enlace con la red social WhatsApp, utilizada por la persona que trató de defraudar al funcionario electoral, expresó que incluso se va a rastrear la cuenta bancaria a la que le pidieron que hiciera un depósito de 980 mil pesos para recibir recursos de la Secretaría de Finanzas Estatal por 25 millones 600 mil pesos.
Confirmó que hay muchos funcionarios que han sufrido este tipo de llamadas, pero que no han caído en el engaño.
Nosotros tomamos conocimiento de inmediato con independencia de que haya o no denuncia, sobre todo para la asistencia en el sentido de cerrar las puertas por las que les están pidiendo las cantidades que eventualmente se hacen.
Además, confirmó su conocimiento en el sentido de que a dicho funcionario y a más personas “les han estado haciendo la lucha para tratar de que se depositen cantidades por diversos porcientos”.
¿Hay manera de identificar quiénes son o desde qué lugares están enviando los mensajes?, se le preguntó y respondió que no, que es muy complicado.
Por el contrario, sí hay manera de rastrear la cuenta bancaria a la que se le solicitó a Paredes Lozano hacer el depósito y, aunque no se ha concluido la investigación, se ha detectado que las cuentas son abiertas con documentos e identificaciones falsas y son cerradas prácticamente de inmediato.
Márquez Guevara destacó que no se tienen muchas denuncias por este delito, que más bien son avisos a los que en su totalidad atiende la Fiscalía.
Destacó finalmente que existen fuentes abiertas por las que estas personas se nutren de información y tratan de generar confianza en la persona a la que le van a cometer el fraude, “cuando se les cierra el paso la delincuencia siempre está ideando otras conductas no contempladas por la ley”.
