El grupo comenzó a crear un ambiente enérgico y juvenil, característico de bandas independientes de garage.
Con un estilo enérgico y juvenil característico de bandas independientes de garage, Fontaines DC inició la velada con sus vibrantes acordes de guitarra y una batería decidida. Su actuación marcó el comienzo de una noche repleta de Indie Rock en el Foro Sol, previo al esperado show de Arctic Monkeys en su primera noche en la capital.
El grupo cautivó al público con letras veloces que evocaron un ambiente festivo. Los acordes de bajo eléctrico se sumaron a la intensidad de la batería, lo que llevó a algunos a saltar, a otros a mover la cabeza al ritmo de la música y, en ciertas áreas, incluso se desató un animado slam. La energía en el recinto no dejaba de crecer.
Los seguidores de Arctic Monkeys demostraron su respeto aplaudiendo cada canción, incluso si no estaban familiarizados con todas ellas. La audiencia escuchaba atentamente, creando la atmósfera característica de los conciertos de la banda estrella, donde se valora la música y se respalda a las bandas independientes en su camino hacia la prominencia, tal como lo ha logrado la banda principal originaria de Sheffield.
Antes de que los intérpretes "I Wanna Be Yours" subiera al escenario, Fontaines DC continuó entregando una actuación llena de vitalidad, sin pausas para interactuar con el público. Durante su presentación, se hicieron escuchar voces de fans que habían viajado desde la región de Monterrey solo para presenciar el cierre de la noche por parte de los británicos.
Siguiendo la tradición irlandesa, las cervezas no faltaron en este ambiente cada vez más sombrío creado por Fontaines DC, cuyo estilo se aceleraba y se acercaba al post-punk, provocando que algunos asistentes lanzaran sus bebidas al aire. La energía estaba en su punto máximo.
Mientras miles de fans continuaban ingresando al recinto y buscaban sus lugares, algunos corrían apresurados para no perderse ni un minuto del espectáculo, mientras que otros aguardaban con paciencia. El público, compuesto por jóvenes y adultos, se movía al ritmo del bajo que resonaba misteriosamente en el escenario.
La camaradería se hacía evidente entre aquellos que ya habían ocupado sus lugares, tanto en las gradas como en las zonas cercanas al escenario. Las bromas sobre la banda originaria de Inglaterra y las anécdotas de conciertos pasados en México se compartían con entusiasmo.
Pero, tan rápidamente como Fontaines DC llegó al escenario y arremetió con su música, se retiraron con la misma velocidad. El equipo de producción se puso en marcha para limpiar el escenario y cambiar los instrumentos, dejando todo listo para el esperado espectáculo de Arctic Monkeys.
