Insultar a tu pareja y hacerla sentir mal con frases hirientes y tóxicas no es la solución. Conoce algunas alternativas para tener pláticas más acertivas.
Las relaciones de pareja son complejas. En ocasiones, sé atraviesan momentos de tensión que nos llevan a decir cosas de las que nos podemos arrepentir. Esas frases tóxicas e hirientes que podemos llegar a decir en muchas ocasiones atienen al calor del momento y no necesariamente pensamos que sea así, pero, una vez dichas, no hay vuelta atrás. El daño está hecho, detalla la Dra. Courtney Warren, psicóloga de Harvard.
Como terapeuta de pareja, la psicóloga insiste en "pensar antes de hablar” y reflexionemos si verdaderamente lo que pensamos decir es lo que en verdad sentimos antes de soltárselo a nuestro compañero o compañera. Además, sugiere cambiar esas frases tóxicas por otras más asertivas que promuevan la comunicación y en la medida de lo posible no hagan daño.
A continuación, seis de las frases más tóxicas
Las frases más tóxicas e hirientes que puedes decir a tu pareja
- “No mereces estar conmigo”
Usar esta frase cargada de desprecio a tu pareja comunica que consideras que es inferior a ti y que no merece tu compañía, amor, cariño y escucha, dañando seriamente su autoestima.
Recuerda que en una discusión de pareja la intención no es hacer sentir mal a la otra persona, por lo que si no estás de acuerdo con ciertas actitudes con tu pareja lo mejor es expresarlo de otra forma. Al respecto, la psicóloga Warren recomienda que puedes decir “estoy teniendo dificultades para vernos como compañeros o novios en este momento”. Expresar tus sentimientos de manera calmada y honesta sin herir los sentimientos de la otra persona es lo ideal.
- “Ya no preguntes si estoy bien. Todo está bien” (cuando no es cierto)
La mayor parte del tiempo las personas notamos cuando alguien no se encuentra en buen estado o tiene una situación que no nos comentan que las tienen molestas. En la mayoría de los casos solemos preguntar si todo está bien y lo que pasa es que recibimos una respuesta “positiva” que no es cierta.
El lenguaje pasivo-agresivo impide que las parejas hablen sobre sus problemas de forma tranquila, directa y honesta dificultando la resolución de conflictos, generando inseguridad en ambas partes. Para evitar que esto suceda podemos decir “estoy molesto/a pero no estoy listo/a para hablar sobre eso ahora”. Esto además de ayudarnos a encontrar calma permitirá que la otra persona sepa que algo pasa sin que piense lo contrario y espere el momento adecuado para hablarlo.
- “Actúas como loco/a”
Esta frase además de distorsionar la realidad, provoca que tu pareja dude de sí misma; esta frase también minoriza lo que la otra persona expresa y la reduce a un simple invento. Sin duda, no siempre podremos estar de acuerdo con nuestra pareja, pero en vez de decirle algo así de tóxico puedes decir "creo que tu respuesta a esta situación está fuera de lugar" o “platiquemos cuando ambos estemos tranquilos”. Intenta expresar lo que no te gusta de las acciones de tu pareja de manera constructiva.
- “Eres un mal padre/madre”
Las parejas que llevan mucho tiempo conviviendo conocen las inseguridades del otro. Utilizar el lenguaje que explota estas vulnerabilidades no solo es hiriente, también fractura la confianza al utilizar cualquier debilidad o inseguridad en su contra. Por eso, puedes usar frases como “creo que esta situación está saliendo de control. ¿Cómo podemos superarlos juntos?” Decirlo de esta manera, reconoce que puede haber problemas, pero se abre la puerta a solucionarlo de una manera conjunta.
