Encuadres... Wendy Guevara, un triunfo parcialmente falso
Este lunes, si las voces especializadas no erraron, Wendy Guevara debe ser la ganadora del reality La Casa de los Famosos México. Pero, aunque los televidentes y muy particularmente las redes sociales sienten que este ascenso significa un rompimiento en el esquema social mexicano, bajo algunos análisis este triunfo podría resultar parcialmente falso.
Tras el reality show, que por semanas acaparó la atención del público, la influencer Wendy Guevara se ha convertido en una figura emblemática, que incluso ha sido analizada por personajes como Maryfer Centeno, una grafóloga y experta en lenguaje corporal, quien considera que la empatía de la audiencia hacia Wendy indica un avance en la sociedad, ya que el apoyo hacia ella reflejaría una evolución en la forma en que la gente valora a las personas.
En palabras de Maryfer Centeno, Wendy Guevara representa a un personaje que no necesita filtros para conectarse con la audiencia, lo que podría sugerir que la sociedad está enamorándose del interior genuino de las personas, en lugar de quedarse solo en lo superficial.
Además, la grafóloga, que cuenta lo mismo con sus seguidores que con detractores, indica que Wendy Guevara representa una evolución en la sociedad mexicana al enfatizar la importancia de la autenticidad y la conexión genuina con las personas, resaltando que su influencia va más allá de las redes sociales y la televisión, ya que su historia de vida y su forma de enfrentar los desafíos han resonado en la audiencia, generando empatía y admiración, siendo que su impacto se refleja en la admiración del público y en cómo ha contribuido a cambiar la percepción de la sociedad sobre lo que realmente importa en una figura pública: la honestidad, la autenticidad y la capacidad de inspirar a otros a poder abrazar su singularidad.
Sin embargo, el detallado romántico de Centeno, se puede romper al mover la memoria a las telenovelas de antaño, donde la singularidad de las dificultades económicas y sociales se retrataban en un prometedor emanar hacia el éxito de la riqueza y los altos estratos, así como con un concepto que han puesto de moda hasta los críticos de cine y algunos estudiosos de las ciencias sociales: el de apropiación cultural.
La apropiación cultural es un fenómeno en el que los elementos, símbolos, prácticas o tradiciones de una cultura son adoptados o utilizados por miembros de otra cultura o subcultura, a menudo sin comprender completamente su significado original o sin respetar su contexto, últimamente con meros objetivos comerciales.
Particularmente, ha sido la compañía Disney la que ha sido objeto de controversia y críticas recientemente en relación con la apropiación cultural en varias ocasiones, pues se le ha acusado de utilizar elementos de diversas culturas en su contenido sin el debido respeto o comprensión, lo que ha generado discusiones sobre la representación y el impacto cultural.
Algunos ejemplos de cómo Disney ha sido acusado de apropiación cultural se han dado en cintas clásicas como Pocahontas o El Rey León, tanto en entregas más nuevas como Aladdin y Encanto. La crítica, por supuesto, no versa únicamente en la apropiación de elementos muy identitarios, sino en la intención trazada en dicha acción, casi siempre medida en pesos o dólares. Retomando el caso mexicano, tampoco se puede negar la esencia de Wendy ni la naturalidad de su persona. Pero, bajo un contexto donde las tendencias cambian más pronto que el inicio y fin de cualquier programa, resulta incipiente decir que la originalidad de un ser o de una comunidad en la sociedad es ya un logro asegurado.
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