Encuadres... seguridad sin justicia social
Ángel F. Chávez FélixAdemás de la atención médica general, especializada y de urgencias, el IMSS brinda una amplia gama de servicios en el ámbito de la salud y la seguridad social a los trabajadores y sus familias en México.
Sin embargo, históricamente factores ligados a su presupuesto, enfoque o negligencias y actos de corrupción, agravan cada vez más lo que ya se percibe como un atisbo de crisis.
En el año 2019, el IMSS contó con un presupuesto aproximado de 714 mil millones de pesos. En 2018, el presupuesto asignado fue de alrededor de 663 mil millones de pesos. En el año 2017, el presupuesto del IMSS fue de aproximadamente 627 mil millones de pesos.
Y en el año 2016, su presupuesto asignado fue de alrededor de 590 mil millones de pesos.
El aumento en dinero es claro.
No obstante, justamente en ese periodo, la falta de medicamentos ha sido un problema recurrente en el Instituto Mexicano del Seguro Social, respecto a lo cual las autoridades han argumentado diversos factores, como dificultades en la adquisición, distribución y abastecimiento, así como problemas financieros y administrativos.
Mientras tanto, para los derechohabientes esta escasez termina afectando negativamente a quienes dependen los medicamentos para su tratamiento, lo que genera preocupación e impacta en la calidad de la atención médica.
A la par, el IMSS ha tenido que enfrentar situaciones que han rayado en la tragedia y que no han prosperado en lo legal, entre las que resalta el caso de la Guardería ABC, donde un incendio en una estancia subrogada al Instituto en Hermosillo, Sonora, resultó en la muerte de 49 niños y dejó a decenas más heridos.
Y recientemente, el caso de Aitana, una menor de seis años de edad que perdió la vida prensada en un elevador con deficiencias en su mantenimiento, reavivó la vieja herida de la omisión, presente no solo en el Instituto, sino en toda la estructura gubernamental, en general, pero que en esencia choca con el enfoque social del IMSS.
Por supuesto, como en el mismo sistema de gobierno en México y otros países, el peso de las deficiencias señaladas en el IMSS no es ajeno a los responsables de su administración, pero aunque es una evidencia que nadie lo aceptaría abiertamente en ninguna esfera, cuando se trata de un instituto con abordaje de interés social, lo menos que se puede esperar es apertura y atención.
El gobierno federal actual emprende actualmente una migración al proyecto del IMSS-Bienestar y en voz del propio presidente Andrés Manuel López Obrador, ha destacado sus incrementos presupuestales, pero, en el día a día de pacientes e incluso algunos trabajadores, estas decisiones aún no se sienten.
Alguna ocasión, en una charla de motivación organizacional, la obviedad de que una máquina que opera a la perfección, pero, no produce lo esperado, es contraria a su concepto, empezó a marcarme una visión.
Nadie espera, claro, un sistema perfecto en el gobierno, pues sus propios gobernados son variables no controladas, como lo es cada mismo contexto per se. Lo que sí no puede ser aceptado en ningún escenario, es una falta de respuesta social a los rompimientos posibles en cada escenario, y tanto en el IMSS como en cada subestructura, la historia así lo juzgará. ¿O usted qué opina?
Únete al canal de difusión de WhatsApp de El Tiempo MX y recibe las noticias más importantes de Monclova, Coahuila y México directamente en tu celular. ¡Haz clic y súmate ahora!
Noticias del tema