A nadie de Monclova y la Región Centro de Coahuila, en general, debo referirle el conflicto que actualmente impera con Altos Hornos de México. Pero, fuera de ahí o en otras partes de México, el escenario es más que distinto.
En La Laguna, donde resido desde hace casi veinte años, El Siglo de Torreón ha hecho eco de la situación y ha dado un seguimiento puntual que me ha permitido dimensionar la magnitud de los hechos, a la par que mis breves estadías en Monclova y el interés periodístico.
La primera visita que tuve al Centro de Coahuila, encuadrado en El Tiempo y en lo referente a AHMSA, puede ceñirse a esa frase que tal vez sea común, pero que los meses e colaboraciones y lecturas me han dejado comprender: la empresa es un monstruo y más allá de lo económico y sin que el término sea en su detrimento, por supuesto.
También estar asignado periodísticamente a las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, donde al menos una o dos veces por mes se visita este tema, han abonado a su nutrición.
No soy un experto, claro está, para abrir debate respecto a impactos sociales, culturales, económicos o hasta políticos; sin embargo, los tiempos corrientes y lo que se viene desde lo nacionalmente legal, me inquietaron para escudriñar las distintas coberturas periodísticas, y desde ahí escribo.
Fuera de La Laguna o de Coahuila, medios especializados como Expansión o Forbes sí cobijan lo económico, recordando que, en el 2021, de acuerdo con sus propios datos, AHMSA participó con el 6% del mercado de acero a nivel nacional, el 11% del mercado nacional para productos planos y el 1% de las exportaciones mexicanas de productos terminados de acero.
No obstante, en los que le entran más a lo político como Latinus, El Universal e Infobae, las coberturas se centran más en la inevitable figura de Alonso Ancira y su relación con Emilio Lozoya Austin, ex director de Petróleos Mexicanos.
Claro que esto es necesario cuando está en puerta el juicio contra el ex funcionario y los ofrecimientos para la reparación del daño por Agronitrogenados agitan la memoria, especialmente la de una Federación AMLISTA.
Sin embargo, el punto de lo que deseo señalar, es que unos pasos adelante de estas revisiones, es poca la literatura de impacto y desde abajo, a excepción de las fuentes con que he aperturado.
A nadie de la Región Centro o las que se le ligan de Coahuila, insisto, debo referirle lo que está pasando, pero al menos por lo que he visto desde las tintas verdes o rojas que lo narran, creo que deben ser más las voces que se atrevan a contarlo, y, por supuesto, sería antojable que la narrativa nos enseñara más a interpretar las resolanas del pasado.
